Como muchos en Cuba, Fabián Escalante recuerda lo que hacía cuando se enteró de que el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, había sido abatido por disparos en un atentado en Dallas, Texas. Por entonces Escalante trataba de impedir que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) derrocara al gobierno cubano con la ayuda de exiliados anticastristas.
Años más tarde, ascendido a la máxima jefatura del Departamento de Seguridad del Estado, estuvo en condiciones de sacar como conclusión sobre la posibilidad de que esos mismos exiliados pudieran haber tomado parte en el complot que culminó en el asesinato del joven presidente aquel fatídico 22 de noviembre de 1963.
Escalante dice no saber quién mató a JFK, pero añade que los exiliados cubanos contratados por la CIA habían planeado matar a Kennedy dos veces en noviembre de 1963, porque sentían que el presidente de EEUU había hecho muy poco para derrocar al gobierno de la isla caribeña.
“Tenían la capacidad, los medios y la intención”, dijo en una entrevista concedida a medios españoles en 2010. “¿Qué resultados buscaban? Asesinar a Kennedy, lanzar una furiosa campaña contra Cuba, culparla por el asesinato -lo que hicieron-, matar a Fidel Castro días más tarde, el 12 de diciembre, e invadir Cuba”.
El general Escalante, ya retirado, sigue defendiendo la Revolución como escritor de libros sobre temas políticos e históricos. En entrevista para Russia Today, el militar cubano habla del importante papel desempeñado por el KGB en la creación de los servicios de Inteligencia en la isla y cuenta su versión sobre el asesinato de Kennedy, caso al que se acercó por pura casualidad y que, según su investigación, reitera, está relacionado con los más de 600 atentados contra Fidel Castro.
Recomiendo además:
- Nueva novela de Stephen King recrea teorías conspirativas en torno al asesinato de JFK
No hay comentarios:
Publicar un comentario