Marta Denis Valle (*)
PARA INVADIR A CUBA en 1961, Washington reclutó una tropa mercenaria entre antiguos propietarios y funcionarios de la tiranía derrocada en 1959, junto a ex presidiarios y ex militares batistianos, algunos con crímenes pendientes de castigo.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) mezcló en un mismo saco a torturadores y criminales prófugos con aquellos que se proponían recuperar cargos en la vida pública y propiedades nacionalizadas por el Gobierno Revolucionario Cubano, cuya compensación económica rechazaron.
Unos mil 500 hombres componían la denominada Brigada 2506, de los cuales resultaron capturados las dos terceras partes al fracasar el 19 de abril de 1961 la invasión lanzada tres días antes en Playa Larga y Playa Girón, Bahía de Cochinos, sur de la actual provincia de Matanzas.
Alimentación y alojamiento y un salario mensual (libre de impuestos) de 175 dólares recibió cada participante soltero, y 225 dólares, si estaba casado, con un suplemento de 50 dólares por el primer hijo y 25 por cada una de las demás personas bajo su abrigo.
Los entrenamientos tuvieron lugar en Retalhuleu, Guatemala, y sus integrantes partieron de Puerto Cabezas, Nicaragua.
La fuerza aérea mercenaria utilizó la base estadounidense de Oppalocka, en la Florida.
Entre los 194 ex militares apresados, se encontraba el jefe de la brigada mercenaria, José Alfredo Pérez San Román (ex capitán del ejército batistiano).
Además, los ex comandantes José Martínez Suárez y Jaime Varela Canosa; los ex capitanes Salvador Zeigenhirt Menéndez, Carlos Jorge Nasser, José Manuel Vives Spíndola, Harry Pérez Hernández y Juan Antonio Santamarina Bermúdez.
Zeigenhirt Menéndez era cuñado de Santiago Rey Pernas, ex primer ministro del dictador Fulgencio Batista (1901-1973).
En la lista estaban también siete primeros tenientes, 11 segundos tenientes, 19 sargentos, 14 cabos y 59 antiguos soldados y policías.
Muchos magnates contrarrevolucionarios vinieron personalmente o enviaron a sus hijos, a otros familiares y allegados, pues tal era la confianza en el éxito de los planes de la Casa Blanca, la CIA y el Pentágono para destruir la Revolución Cubana.
La nómina comprendía a 100 latifundistas, 24 grandes propietarios, 67 casatenientes, 112 grandes comerciantes, 35 magnates industriales, 89 altos funcionarios de empresas, 415 de las capas medias y 112 lumpens, parte de ellos con antecedentes penales.
Entre los geófagos estaban por encima de mil caballerías Alberto Fowler Perilliat (mil 900), Carlos López Oña (mil 697), Fabio Freire Aguilera (mil 436), Oscar Oslé Guibert (mil 286) y Humberto Cortina López (mil).
En conjunto los mercenarios de origen cubano se proponían recuperar 27 mil 556 caballerías de tierra (13.42 hectáreas por caballería), nueve mil 666 edificios de apartamentos y casas, 70 industrias, 10 centrales azucareros, tres bancos comerciales, cinco minas, 12 cabarets y bares, y otras propiedades.
Esto sin contar que los latifundios de estadounidenses abarcaban un millón 200 mil hectáreas de tierra (90 mil caballerías), comprendidas en la reforma agraria en proceso en Cuba.
Algunos eran políticos enriquecidos en la república neocolonial o descendientes de otros, como los mercenarios citados a continuación:
Segundo Borges Enrique, enriquecido en el negocio de la carne, fue gobernador de Las Villas, alcalde de Cabaiguán y miembro del Partido Acción Unitaria (PAU) de Fulgencio Batista.
José A. Miró Torra, hijo de José Miró Cardona el jefe del equipo de gobierno creado por Washington que debía pedir la intervención militar si se consolidaba la cabeza de playa.
Manuel de Varona Segura Bustamante, hijo de Manuel Antonio (Tony) de Varona (ex presidente del senado, ex ministro de trabajo y ex primer ministro del Gobierno de Carlos Prío e integrante del equipo de gobierno fantoche que no pudo trasladarse a Playa Girón).
Jorge Alonso Pujol Bermúdez (157 caballerías de tierra), hijo de Guillermo Alonso Bermúdez ex senador y Vicepresidente de la República en el Gobierno de Prío.
José Andreu Santos (365 caballerías), hijo del ex senador José Raimundo Andreu.
José Manuel Gutiérrez Areces (234 caballerías), hijo del ex senador José Manuel Gutiérrez.
Gustavo García Montes, sobrino de Jorge García Montes (Yoyo) ex ministro de educación y primer ministro de Batista.
Carlos Emilio Ochoa Núñez, hijo de Emilio Ochoa Ochoa, Millo, político de los partidos auténtico y ortodoxo.
Según se esclareció en el proceso judicial por la invasión mercenaria, hubo varios autores de torturas y horribles crímenes -prófugos de la justicia-, que fueron juzgados por separado en juicios públicos transmitidos por la televisión.
Fueron condenados a muerte cinco de ellos: Ramón Calviño Insúa, Jorge King Yung (alias el chino King), Emilio Soler Puig (alias el muerto), Roberto Pérez Cruzada y Antonio Valentín Padrón Cárdenas. Otros nueve criminales recibieron sentencias de 30 años de prisión.
El resto de los invasores, luego de probada su participaron y responsabilidad, tuvieron penas de pago de indemnización económica, con prisión subsidiaria hasta un máximo de 30 años hasta tanto no fueron aceptadas finalmente por Estados Unidos, en diciembre de 1962, y satisfechas principalmente en alimentos.
(*) La autora es historiadora cubana, periodista y colaboradora de Prensa Latina
No hay comentarios:
Publicar un comentario