Emerio García, el director general, en una de las naves de montaje terminadas. |
Julio Martínez Molina
Agoreros hubo que dieron por abortada la consolidación de la Fábrica de Petrocasas de Cienfuegos, ante el manifiesto atraso en la inversión de un proyecto cuya materialización fue concebida -en un momento inicial y según consignase a la sazón la prensa- para un plazo más cercano.
Mas, no, “este hermoso proyecto, fruto de los acuerdos del ALBA, de Fidel y Chávez, y el empeño de Raúl, no va a ser frustrado por teóricos o incapaces, por indolentes o ineptos”, expresa su director general, Emerio García Lugo.
La planta va a hacerse realidad, asegura este hombre, quien junto a su equipo de trabajadores y cuadros ha echado el resto durante tres años aquí para impulsar -en cuanto a lo bajo su responsabilidad le fuera dable-, el avance de la obra.
“Desde el punto de vista de la construcción civil, la fábrica se encuentra en un grado muy avanzado: lista para recibir el equipamiento tecnológico restante. Será una empresa de capital totalmente venezolano. Finalizamos el estudio de factibilidad y fue presentado a las autoridades competentes”, apunta el directivo.
Ahora se atraviesa justamente el meridiano del estadio de firma del contrato y creación de estatutos para dejar constituida oficialmente la empresa venezolana, con fuerza laboral cubana que ahora cuenta con 240 trabajadores pero llegará más adelante a alcanzar los 400.
PETROCASAS Y VARIOS OTROS RENGLONES
Obreros soldando la tubería de alimentación del tanque elevado. |
“El Policloruro de Vinilo (también conocido como PVC, es la materia prima fundamental con que se articularán los módulos de dichas viviendas) provendrá de manera total de Venezuela, hasta que comience a funcionar, en 2017, la planta cienfueguera productora de dicho elemento y perteneciente (como esta) al Polo Petroquímico”, indica el director general.
Al tener lugar un rediseño de las funciones de la Fábrica, ahora grandes volúmenes de producción cubrirán otras áreas.
“El primer año fabricaremos 150 mil puertas, 70 mil ventanas, 34 mil módulos de tuberías hidráulico-sanitarias y eléctricas y 1 millón de metros cuadrados de madera artificial”, afirma García Lugo.
Dichas puertas y ventanas -acota- por supuesto no serán solamente para las petrocasas a construirse aquí, sino además con el propósito de contribuir al cambio de las ya existentes en casas de Cuba y de Venezuela.
Ya en su año de apertura, la empresa estaría produciendo el 70 por ciento de su capacidad total, la cual en valores alcanza los 53 millones de pesos, asevera Emerio.
Cuatro de las nueve extrusoras necesarias para confeccionar las petrocasas se encuentran desde hace varios meses en el centro, y el resto aún están en Venezuela, pendientes de la constitución legal de la empresa para ser enviadas, añade.
Además, faltan por llegar seis inyectoras, dos módulos de ensamblaje de carpintería para puertas y otros dos para ventanas.
NO SE PIERDE EL TIEMPO HASTA EL ARRANQUE DEFINITIVO
Andrés González: “La construcción civil está lista”. |
“Como ya a la construcción de las naves no le resta prácticamente nada, ahora arreglamos tanques, hacemos bancos para taquillas, construimos garajes, una fosa e intervenimos en disímiles acciones”, sostiene Andrés.
Entre esas otras figuran la planta de residuales, afirma Antonio Jiménez, director de Organización y Control. Está en fase de terminación por la Unidad Básica de Inyección, una de las cincos en las cuales está subdividida la empresa.
“La Unidad Básica de Plástico se ocupa del mantenimiento al tanque elevado para el aprovechamiento del agua en los distintos usos de la empresa y contra posibles incendios”, lo secunda Andrés, integrante de dicho equipo.
Además, los obreros apoyan en el programa de conservación de viviendas del territorio, en la reparación de fachadas, escuelas, limpieza de parques infantiles y túneles populares; efectúan donaciones de sangre y participan en el Foro de Ciencia y Técnica, comenta el director de Organización y Control.
Son sacrificios merecedores de encomio, pero el sentimiento colectivo de estos trabajadores se identifica por el deseo común de echar adelante las primeras producciones de lo que está llamado a convertirse en uno de los pilares constructivos de la nación. Ojalá la espera ya sea mucho menor.
El tesón del colectivo es ponderado por Antonio Jiménez, director de Organización y Control. (Fotos: Efraín Cedeño) |
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