Lázaro Borges. Foto: Archivo |
La escuela francesa de pértiga, que ha sacado de sus inagotables reservas a Lavillenie y a Romain Mesnil, buscaba su primer título mundial, y la eliminación del australiano Steven Hooker, campeón mundial y olímpico, aunque no fue necesario, pues en la calificación se le facilitaron las cosas.
Lavillenie, tercero hace dos años en Berlín, se presentaba con la mejor marca mundial del año (5,90), pero Wojciechowski, en plena plaza pública de Szczecin, había saltado un centímetro más hace sólo diez días.
El listón en 5,85 seleccionó a cinco para la lucha por el podio: Lavillenie, Wojciechowski y su compatriota Lukasz Michalski, el cubano Lázaro Borges y el alemán Malte Mohr, que se jugaron las medallas en 5,90.
Wojciechowski superó esa altura a la segunda y el cubano Borges a la tercera, por lo que el oro se fue para Polonia, ya que ninguno de los dos pudo con los 5,95.
A Lavillenie le quedó el consuelo de la medalla de bronce con 5,85.
El publicitado Igor Bychkov, primer ¿¡español!? que intervenía en una final mundialista de pértiga tras haberse ganado el puesto en la calificación, inauguró el camino de despedidas del último concurso al fallar sobre la marca mínima exigida para la ronda por las medallas.
Bychkov, de 24 años, nacido en Donetsk (Ucrania) como el plusmarquista y seis veces campeón mundial Serguey Bubka, derribó tres veces el listón en 5,50 metros y se le acabó el Mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario