Estados Unidos acaba de sufrir el suceso mas sangriento en Afganistán desde el comienzo de la guerra en 2001. Treinta y un soldados norteamericanos y otros siete nacionales han muerto al caer derribado en la provincia afgana de Wardak el helicóptero en el que viajaban. Los efectivos eran miembros de la fuerza de la OTAN desplegada en la nación islamista. Los talibanes han reivindicado la acción.
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