Cienfuegos salió delante en el marcador, pero rápido los del Guaso descontaron, igualaron y luego se fueron arriba. / Foto: Nelson Costa. |
Dicen que el que a escoba mata, a escoba muere, y así cayeron los Elefantes cienfuegueros a manos de los Indios del Guaso. Con marcador de cinco carreras por dos selló Guantánamo la matanza y dejó a su favor el compromiso, segundo de esta 51 Serie Nacional de Béisbol.
Los locales parecían despertar del letargo ofensivo al abrir la pizarra, en el primer inning, gracias al jonrón del antesalista Pavel Quesada, con Yuniel Leyva en circulación. Casi firmaba su salida el abridor por los orientales, Lander Rodríguez, pero poco duró la ovación en las gradas.
Apenas iniciado el segundo episodio, los pupilos de Agustín Lescalle castigaron al rapidísimo Noelvis Entenza para minimizar la diferencia.
En la tercera entrada el inicialista Yoenis Southeran empujaba el empate, Leonelkis Escalante la ventaja y Roberto Borrero la ampliaba poco después. Así concluyó su actuación el diestro palmireño y en su rescate acudió el zurdo Yasmani Fernández Arruebarruena, quien por fin consiguió el tercer out de ese capítulo.
Con altas y bajas continúo la actuación de ambos monticulistas hasta el séptimo episodio, cuando Cienfuegos tuvo claras oportunidades de meterse en el juego: con Juan Miguel Soriano en la inicial, reaccionó por fin el receptor Adir Ferrán y conectó una larga línea que salió por debajo de la cerca y convirtió el batazo en doblete por regla. Con dos almohadillas ocupadas y un solo out falló por la vía del ponche Edwin Vassel (emergente por Darián González) y luego Erisbel Arruebarruena dio término a la ilusión con un elevado a primera base.
Alexander Rodríguez sustituyó a Lander en el octavo, otro inning que lucía afortunado para los verdinegros: Alexei García, (en sustitucón de Lázaro Rodríguez) consiguió la inicial por boleto, seguido de un indiscutible de Leyva por segunda. Hasta allí llegó la presencia del relevista guantanamero en el box y en su lugar Lescaille mandó a llamar a Douglas Lafargue.
Pero vano fue semejante precaución, pues Pavel roleteó duro al pitcher, en conexión perfecta para el doble play y luego el ponche a José Dariel Abreu garantizaba el escobazo para los Elefantes. De nada sirvió la entrada del matador Duniel Ibarra en el noveno, pues igual los guantanameros pusieron un puntillazo más en la pizarra, a modo de ensañamiento más que cierre.
En lo referente a los muchachos de casa, no bastaron los cambios en la alineación de cara a este último desafío (Lázaro Rodríguez-Yoelvis Leyva-Pável Quesada-José Dariel Abreu-Osvaldo Arias-Juan M. Soriano-Adir Ferrán-Darián González-Erisbel Arruebarruena). Tampoco valieron de nada la inmaculada defensa ni las actuaciones desde el box, porque, sin lugar a dudas, en cuestiones ofensivas el elefante sigue echado.
Las Tunas también barre y comanda el Este
En el turno vespertino, los Leñadores de Las Tunas vencieron a Camagüey cuatro carreras por una y también completaron el escobazo, dando otra muestra del buen desempeño tunero en este inicio de temporada.
El conjunto a cargo de Juan Miguel Gordo, ahora con balance de cinco triunfos y un revés, comanda la zona del Este.
Otros que definieron hoy la segunda subserie a su favor fueron Matanzas, Industriales, Granma, Holguín, y Sancti Spíritus.
Los Cocodrilos yumurinos derrotaron de nuevo a Pinar del Río por la mínima (6x5), entretanto Industriales aventajó a los Cazadores de Artemisa 5x2, Granma dispuso de Villa Clara 8x3, Holguín derrotó al subcampeón Ciego de Ávila 6x3, y los Gallos de Sancti Spíritus noquearon a Santiago de Cuba 16x6.
En el parque José Antonio Huelga, los locales no creyeron en los indómitos y conectaron 16 indiscutibles, incluidos dos jonrones per capita para Yuliesky Gourriel y Eriel Sánchez, en tanto por los derrotados Alexei Bell y Edilse Silva también ligaron vuelacercas.
En el otro desafío de la tarde, Metropolitanos se salvó de la barrida ante Mayabeque con pizarra de cinco carreras por cuatro. La victoria para Maikel Hidaldo (1-1) y punto por salvado al record de Ihosvany Correa.
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