Cara a cara, pero guardando respetuosa distancia. |
Hasta las 9:05 de la noche habrá tregua hoy en los hogares cubanos. A partir de esa hora comenzarán las discusiones entre Fulana, que quiere cambiar para Cubavisión a ver si la cara de guante adúltera le mete otro cuento al guanajo de Totó en la novela brasileña, y Zutano, encaprichado en no soltar el mando porque el encuentro entre Cocodrilos y Leones está en candela, que arde, convertido en puja por ver quién muerde más.
Como remedio propongo desde ahora, que aún es temprano, llegar a un acuerdo entre las partes, y que la una o el otro hagan tal cual en temporada de ciclones: emigrar hacia la casa del de al lado, que como bien reza el slogan, la unidad entre vecinos consolida la unidad del barrio (y también de la familia, como en estos casos).
Pues sí, porque esta noche estarán cara a cara, y sin cerca de por medio, los dos equipos de mejor desempeño en el Occidente: el líder Matanzas y su escolta, Industriales, separado a juego y medio de la cima, pero con deseos de rugir en lo más alto del Pico San Juan, que, quiéranlo o no, está en Cienfuegos pero es la cima geográfica del Oeste cubano de acuerdo con la "línea" de demarcación establecida según cánones de la Comisión Nacional de Béisbol.
La subserie en el estadio yumurino Victoria de Girón entre los animadores principales de Liga por donde se pone el sol, acaparará la atención de los aficionados, entre otras razones, porque además chocan entre sí los máximos ganadores del Campeonato cubano de pelota, con 24 éxitos cada uno.
Las huestes del mentor Víctor Mesa regresan a su cuartel general luego de vencer 2-1 a los Cachorros de Holguín en propia guarida, allá en el parque Calixto García. Pero los Azules con Lázaro Vargas al timón llegan al coloso yumurino después de similar desempeño que sus rivales, tras doblegar 2-1 a los Alazanes de Granma en el remozado "Mártires de Barbados", de Bayamo.
Será un duelo a muerte, a dentelladas, los de casa por afianzarse en la vanguardia, la visita por asaltar el bastión que desde hace ya un buen tiempo no disfrutan, sabedores de que cada resultado implica estar un tilín más adelante o atrás, aunque sin preocupaciones de acechanza, al menos por ahora.
Sí, porque a cinco juegos y medio los Elefantes del Cienfuegos, maltrechos a más no poder, no le hacen sombra ni a un mosquito.
La manada de los paquidermos se las ve ya (y no va bien el comienzo) contra los Guerreros Rojos de la capital del país, el equipo manzana de la discordia en esta 51 Serie Nacional, habida cuenta su permanencia en el concierto de Occidente pese a ocasionar desbalance en el número de concursantes y los ya consabidos dislates relacionados con calendario, descansos, traslados y un largo etcéteraaaaaa, todo ello a contrapelo del manoseado sambenito de la austeridad, el ahorro..., que en este caso se mandó a bolina
En lo personal no guardo ningún rencor para los Metros. Cuando inician una racha, como en la que están envueltos ahora -reverso de su contrario de turno-, hacen honor, y de qué manera, al sobrenombre escogido a falta de una mascota -que una más acabaría por convertir en zoológico al clásico cubano.
Para el Cienfuegos será, pienso yo, el ahora o nunca en las aspiraciones de mantenerse en la zona de clasificación. Porque a diferencia de Industriales, al que no le preocupa quién le sigue, a los verdinegros le pisan talones el actual Campeón Pinar del Río, cuyo blasón no ganó de gratis, y unos Gallos espirituanos revigorizados tras un inicio de temporada lastimero. Y un resbalón apenas los puede mandar ahora, de una sentada, al quinto peldaño. Eso es justamente lo que necesitan evitar a toda costa.
En estos momentos también miden fuerzas Pinar del Río vs. Camagüey, Artemisa-Ciego de Ávila, Isla de la Juventud-Sancti Spírius, Villa Clara-Mayabeque, Las Tunas- Guantánamo y Santiago de Cuba-Holguín.
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