Paranoia en strike. No hay otro calificativo

Ileana Ros, ferviente defensora del régimen sionista
sobre el que penden acusaciones de la cuarta muerte
entre científicos vinculados al programa nuclear iraní.
Foto: Archivo

La congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, republicana por el estado de la Florida, expresó este jueves su temor de que Irán tenga acceso a las reservas de uranio de Ecuador para nutrir su programa nuclear, paranoica declaración formulada en un comunicado a propósito de la llegada a Quito del líder iraní, Mahmoud Ahmadineyad.
"Mientras Estados Unidos y los países responsables trabajan para forzar a Irán a cesar y desmantelar de forma verificable su programa nuclear, estoy preocupada porque (el presidente de Ecuador, Rafael) Correa esté en posición de socavar esos esfuerzos", señaló la también conocida como La Bruja del Capitolio en un comunicado puesto a circular en los medios.
La legisladora, de marcada postura de derecha y crítica de los procesos en marcha en países como el propio Ecuador, Venezuela, Bolivia y Nicaragua -dando por descontada su aversión hacia la Revolución cubana y todo lo que huela a ella-, consideró que "la creciente alianza de Irán con Correa facilita la capacidad de Teherán de acceder a las reservas de uranio de Ecuador".
Acostumbrada a ladrar y suscriptora del viejo discurso de dirigirse a las naciones al sur del río Bravo como si se tratase del traspatio gringo, amén de su vocación de hacer amistades entre golpistas o connotados terroristas, la también presidenta del influyente Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes exigió a la administración Obama tomar cartas en el asunto, preocupada ante la posibilidad de que "Ecuador esté solidificando su status como cómplice deliberado de una política iraní centrada en dañar a los Estados Unidos, nuestros intereses y nuestros aliados" (sólo le faltó poner, en lugar de aliados, el nombre de Israel, régimen del cual es declarada y ferviente admiradora).
En tales términos está redactado el comunicado, verdadera joya del pensamiento paranoico difundido entre no pocos de los entes decisores de la nación autotitulada gendarme mundial por obra y gracia de las armas.
Me encantaría escuchar de igual fuente una moción de condena hacia los autores del atentado que ayer dio muerte al cuarto científico iraní vinculado al programa nuclear de fines pacíficos en un lapso de menos de dos años, o siquiera una nota de disculpas del Comité presidido por la Loba Feroz a las familias de los supuestos miembros del talibán cuyos cadáveres ultrajan soldados yanquis mientras miccionan sobre los cuerpos cosidos a plomo y metralla.