Emerio Medina, el discípulo holguinero de Rulfo

Emerio Medina, narrador holguinero
y premio Casa de las Américas 2011.

Francisco G. Navarro

El narrador holguinero Emerio Medina, protagonista de un singular boom personal en la literatura cubana del último lustro, estuvo entre los escritores que animaron con su presencia el segmento inicial del capítulo Cienfuegos de la Feria del Libro de Cuba en su vigésimo primera edición.
Caso antologable en la historia literaria nacional puede catalogarse el ejemplo  de este hombre nacido en Mayarí en 1966 y cuya eclosión en el mundo de las letras lo llevó a escribir de un tirón una decena de libros entre 2005 y 2008, los cuales les proporcionaron cinco premios a partir de entonces, entre ellos el Casa de las Américas 2011, con su cuaderno de cuentos La bota sobre el toro muerto.
Discursante en un panel sobre narrativa cubana contemporánea que tuvo lugar en el programa profesional de la Feria, Medina enfatizó que la formación de un narrador conlleva años de aprendizaje, de exploración en las formas de hacer y cada quien acude a los maestros del género, en su caso el mexicano Juan Rulfo.
Acerca de lo que pudiera considerarse una especie de fatalidad geográfica por el entorno en que le toca desarrollar su escritura la contradijo con los ejemplos del Mark Twain, quien realizó su obra en las márgenes del Missippi, el Horacio Quiroga en las selvas de Corrientes o Leon Tolstoi en una aldea alejada de Moscú.
Recomendó la necesidad del aspirante a escritor de entrar en las librerías, leer muchas contracubiertas de los libros en los estantes, si acaso también echar un vistazo a las portadas y sobre todo sospechar de lo que va a leer.
Acerca de la profesión y la forma de madurar de un escritor comentó que nada tiene que ver con una carrera universitaria de cinco años, y también sobre la importancia del mejoramiento personal, de ponerse nuevas metas cada mañana.
En declaraciones a este medio Medina agradeció a la Feria la posibilidad de venir a Cienfuegos por primera vez, "pues vivo en el campo y mis contactos con las ciudades son muy escasos".
"Esta ciudad me impresionó por lo que tiene de limpio, de bien trazada, su arquitectura. Yo pienso que después de la Habana esta es una ciudad especial, tiene una arquitectura única que me encantó.
De la Feria, la he visto muy bien organizada y pensada, todo se articula muy bien, existe como una comunidad de intereses acá, entras la autoridades políticas, de gobierno y la dirección del Centro del Libro, todos en función de una misma idea. Esa unidad lleva a que las cosas salgan bien, apostilló.
En la noche del miércoles tuve mi primera actividad formal, en la UNEAC, la peña El relajo con orden que conduce Marcial Gala, hablé un poco, me presenté allí, había bastante público y leí un cuento que a la gente le gustó. Este fin de semana estaré en la Feria de Villa Clara y luego a la de Holguín, mi provincia, donde me tienen un programa bastante amplio, concluyó el ingeniero mecánico graduado en la ex Unión Soviética en 1990.