Julio MARTÍNEZ MOLINA
Interesado en promover el discurso suscitado de la rebelión actual de un mundo en marcha contra la hegemonía capitalista, el Concurso Internacional de Ensayo Pensar a Contracorriente entregó el Premio Único de su IX edición al Doctor en Ciencias Técnicas Eduardo Julio López Bastida, por su ensayo Una mirada a América Latina desde la Economía Ecológica, vencedor entre los 180 materiales de veinte naciones enviados al certamen y de amplia repercusión mediática en el sistema alternativo iberoamericano.
En su texto, elogiado de forma especial por la presidenta del Jurado, la intelectual Stella Calloni, y por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, entre otras personalidades del pensamiento, el catedrático cienfueguero plantea que corresponde al mundo desarrollado y rico saldar su deuda ecológica con la parte pobre y subdesarrollada de la humanidad, mediante una indemnización que incluya una ayuda financiera y técnica acorde con los momentos comprometidos vividos.
Subraya la necesidad de introducir en la relación Norte-Sur un nuevo vocabulario que contemple las palabras: cooperación, intercambio justo, solidaridad, durabilidad, responsabilidad sobriedad, respeto, justicia, protección, entendimiento, prudencia, fraternidad, esperanza, caridad, afecto, identidad, diálogo, tolerancia, amor a la creación y a los demás seres humanos.
Argumenta que es una necesidad imperiosa rescatar y actualizar los saberes de los mayas, los aztecas, los incas, los aymara, los quéchua, los guaraníes, los mapuches, los apaches y otras culturas ancestrales. Recuperar sus visiones de lo global, lo armónico, lo complejo, que conjuga cielo y tierra, naturaleza y humanidad como un hogar bienaventurado para todos quienes habitamos la Tierra.
Sostiene que acuerdos como los de PetroCaribe son ejemplo de la cooperación Sur-Sur y demuestran lo mucho que pueden hacer los latinoamericanos unidos para cambiar la suerte del planeta.
En medio de una agenda repleta de compromisos que lo llevan a invertir algo más de medio semestre del año impartiendo clases en la Facultad Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Carlos Rafael Rodríguez, de Cienfuegos, junto a buena parte del restante haciendo lo mismo en casas de altos estudios de Canadá, Brasil, Venezuela, Jamaica, Guatemala, Colombia, España y Ecuador, logramos entrevistar al profesor.
Usted, amigo personal de Francois Houtart, y quien ha escrito sobre el tema en Agenda Latinoamericana u otras publicaciones al lado de Evo Morales, Frei Betto, Leonardo Boff o Eduardo Galeano, ¿qué opina de la crisis del modelo capitalista neoliberal, en el plano económico y ambientalista?
“El modelo capitalista neoliberal que domina el mundo actual lo sumió en una profunda crisis. Económica, ambiental, energética, alimenticia…. A mi entender es el final de un desconcierto ético total, de un modelo de desarrollo. A derrumbarse a mediano plazo.
“Como le digo a mis alumnos, si todo el mundo viviera según la pauta de desarrollo de los Estados Unidos, se necesitarían cinco planetas para subsistir.
“La producción mundial de bienes se incrementó entre 1900-2000 de 2,3 trillones de dólares a 39 trillones, ¡17 veces en un siglo¡ Esto ha llevado al límite de su capacidad de explotación la mayoría de los ecosistemas, modificando sus ciclos y funciones ¿Será capaz el planeta de resistir estas presiones sin colapsar?
“Es un absurdo que más del 85 % de la producción actual satisfaga el consumo de solo el 20 % de la población mundial, la cual a su vez utiliza el 80 % de toda la energía y produce más del 70 % de los desechos.
“La diferencia en ingresos entre los países más ricos y pobres aumentó de 3 contra 1 en 1820 a 130 contra 1 en 2007. Solo 257 personas (el 0,0000036 % de la población del planeta), con activos superiores a 1 000 millones de dólares cada una, tienen juntas más que la renta anual del 45 % de la humanidad.
“De 19 servicios ambientales que presta la naturaleza al hombre, como sostén de la vida, la actividad humana ha causado un sensible deterioro en 15 de ellos”.
¿En qué consiste la Economía Ecológica, cuál es su papel en la búsqueda de la sustentabilidad o de una plataforma de acción en la lucha por una sociedad más justa ¿ ¿Por qué concede relieve al concepto de Huella Ecológica en su ensayo?
"Comparto el criterio, con el cual coinciden no pocos autores, de que la economía tradicional es hoy la ciencia matemáticamente más avanzada pero socialmente más atrasada, porque solo interpreta precios, ganancias, finanzas, pero no se ocupa de inventariar los problemas sociales o ambientales.
“De ahí que se pensara en un nuevo tipo de economía: la Ecológica, no encargada de buscar dinero sino de decir cuáles son los límites de la naturaleza: hasta dónde y cómo se pueden explotar para que no colapse, donde se sitúa el momento del no retorno,
“La consolidación de dicha rama y la disponibilidad de profesionales especializados es un reto, para el mundo y para Cuba también. No en balde a nuestra Licenciatura en Economía se le agregó una asignatura denominada Políticas Ambientales.
“El concepto de la Huella Ecológica mide cuántos recursos naturales utilizan las personas para sostener su estilo de vida.
"Según sus autores (desde el nivel individual, hasta una ciudad o país), se define como el total de tierra o mar ecológicamente productivos ocupados exclusivamente para producir los recursos consumidos y asimilar los desechos generados por una población.
“Este valor se compara con su inverso, la Capacidad de Carga, que se conceptualiza como la cantidad de tierra productiva disponible para una población teniendo en cuenta la productividad del terreno y una reserva del 12% para conservación de la biodiversidad.
“Se calcula a partir de la suma de las huellas específicas de las distintas necesidades del hombre: energía fósil (área necesaria de bosques para la absorción del dióxido de carbono (CO2) emitido por la combustión de éstos), superficie agrícola, terrenos de pastos, área productiva de mar, bosques y espacio construido.
“Como la Huella Ecológica Mundial sobrepasó su Capacidad de Carga en la segunda mitad de los años ochenta (en estos momentos observa una relación 1,5/1), la población humana comenzó a consumir recursos renovables y liberar CO2 más rápido de lo que pueden regenerar los ecosistemas.
“Es interesante señalar que América Latina es la única región del planeta que, al comparar su Biocapacidad propia con su Huella Ecológica, tiene una relación favorable de 2,36, lo cual la sitúa en posición muy ventajosa para su desarrollo.
“La región, con un 9 % de la población mundial, aporta el 21 % de la Biocapacidad del planeta y consume sólo el 9 % de su Huella Ecológica; en contraste, América del Norte, con un 5 % de la población mundial, aporta el 17 % de la Biocapacidad, pero consume el 20 % de la Huella Ecológica del planeta.
Sin embargo, el Primer Mundo está utilizando grandes extensiones de la Biocapacidad de América Latina para su desarrollo. ¿Por dónde pasaría la solución de tal injusticia?
“La solución de tal injusticia pasa ineludiblemente por un problema ideológico, por el fortalecimiento de un conjunto de ideas-fuerzas demostrativo de la viabilidad de la vida después del colonialismo, el neocolonialismo, pues la historia no ha dicho todavía la última palabra.
“Creo advenida una hora de esperanza global tras diversas señales entre las cuales incluye la de los de los Indignados de Estados Unidos, Europa y países árabes; los proyectos del socialismo del siglo XXI en América Latina; la actualización del modelo económico cubano; las propuestas del buen vivir de los indígenas de Bolivia y Guatemala; las agendas antineoliberales de Argentina y Brasil... He ahí el camino del futuro”.
Si todo el mundo viviera según la pauta de desarrollo de los Estados Unidos, se necesitarían cinco planetas Tierra para subsistir. |
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