Presentado por la prensa comercial occidental como fotorreportero del diario inglés The Sunday Times encargado de cubrir los sucesos en Siria, Paul Conroy, quien acaba de escapar del Emirato Islámico de Baba Amro, es más bien un agente del MI6 británico [servicios secretos británicos].
En la foto que acompaña este post, vemos a Paul Conroy en Libia (con el chaleco antibalas azul) junto con dos líderes de Al-Qaeda: a su izquierda, con chaleco antibalas negro, aparece Mahdi al-Harati, y al lado de este Abdelhakim Belhaj (con chaqueta de camuflaje).
Mahdi al-Harati se casó con una mujer irlandesa y ha vivido en Dublín [Irlanda]. Paul Conroy es de Irlanda del Norte, creció y fue educado en Liverpool [Inglaterra].
Según el ex presidente del gobierno español, José María Aznar, sobre Mahdi al-Harati pesa una orden de captura librada en España por su implicación [principal sospechoso] en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
En 2010, con una barba prolija y bien cortada, también con una cobertura más engañosa -la de miembro de una ONG-, Mahdi al-Harati fue infiltrado por el MI6 en la Flotilla de la Libertad que intentó llevar ayuda humanitaria a Gaza. Algún día se sabrá sobre cuál fue su implicación en el asalto al convoy por un comando élite israelí.
En la sitiada Trípoli (agosto de 2011), Mahdi al-Harati encabezó una brigada de Al-Qaeda encargada de cumplir una importante misión: sitiar y atacar el hotel Rixos, en la capital libia, donde se encontraba alojada la prensa extranjera. Según lo afirmó Khamis Gaddafi en ese momento, Mahdi al-Harati iba acompañado de instructores militares franceses. Igualmente, una fuente militar extranjera de alto nivel confirmaba que Mahdi al-Harati había recibido de la OTAN el encargo de capturar a los líderes libios pro-Gaddafi que se habían refugiado en una instalación secreta del Rixos, además debía asesinar en este mismo hotel al ex-congresista norteamericano Walter Fauntroy, quien fuera asistente del líder negro Martin Luther King.
Asimismo, tenía que eliminar a dos periodistas investigadores de la Red Voltaire, Thierry Meyssan y Mahdi Darius Nazemroaya, alojados ambos en el Hotel Radisson, el mismo sitio donde Mahdi al-Harati instaló después su centro de tortura. Esta decisión fue tomada unos días antes en una reunión secreta en el centro de mando de la OTAN en Nápoles (Italia). El informe de esa reunión menciona la presencia del actual ministro francés, Alain Juppé. Cuando se le pidió a la oficina del Primer Ministro confirmar esas informaciones, la secretaría del titular negó cualquier implicación o participación por parte del Ministro francés de Asuntos Exteriores y dijo que en esa fecha Juppé estaba de vacaciones.
En octubre de 2011, Mahdi al-Harati realizó en Siria una brillante escenificación teatral: el control de una aldea siria situada en las montañas cerca de la frontera turca, realizado con evidente finalidad propagandística. Durante dos meses, este personaje recibió allí a los reporteros occidentales para vanagloriarse y elogiar los éxitos de la "revolución" en Siria. La aldea está habitada por una tribu a la cual se le pagaba para simular manifestaciones y a los figurarantes para posar para la prensa. Entre los periodistas recibidos allí por Mahdi al-Harati figuraron Paul Moreira, de la telemisora francesa Canal Plus, y Edith Bouvier, del diario parisino Le Figaro.
Por su parte Abdelhakim Belhaj es la mano derecha de Ayman al-Zawahiri, líder de Al Qaeda y actualmente número dos de la organización. Aunque oficialmente está registrado en todas las agencias policiales, incluida Interpol, como uno de los criminales más buscados en el mundo, tras el asesinato de Gaddafi este individuo, en cuyo poder reza un título de residencia en Qatar, fue promovido con la venia de la Alianza Atlántica como gobernador militar de la OTAN en Trípoli.
En fechas recientes Abdelhakim Belhaj ha realizado varios viajes a Turquía, donde se le proporcionó una oficina en la base de la OTAN en Incirlik, y a Siria, nación esta última donde logró infiltrar por la frontera a varios grupos de mercenarios islámicos. La suma total de combatientes de Al Qaeda es de 1,500 efectivos. De acuerdo con Ayman al-Zawahiri, sus hombres han realizado ataques principalmente en las ciudades sirias de Damasco y Alepo.
Su organización, el Grupo Islámico de Combatientes de Libia, se ha fusionado con Al Qaeda, pero todavía está registrado en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado de EEUU y su similar del Interior de Gran Bretaña.
Asociándose con notorios terroristas y compartiendo su propaganda y estrategia, el fotorreportero Paul Conroy viola la ley, tanto en los Estados Unidos como en Gran Bretaña, por apoyar o asociarse con un grupo terrorista. Ese delito conlleva condenas de hasta 15 años de prisión, pero se salva gracias a su inmunidad: la de figurar como agente encubierto de Su Majestad, la Reina Isabel II de Inglaterra.
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