“Una de las cosas extraordinarias de nuestra Revolución
es que desde que vino al mundo -y pudiera decirse que las
ideas de nuestra Revolución se engendraron en aquella
colina universitaria- hubo estrecha vinculación de hermanos
gemelos, y casi podría decirse de hermanos siameses,
entre Revolución y juventud”.
es que desde que vino al mundo -y pudiera decirse que las
ideas de nuestra Revolución se engendraron en aquella
colina universitaria- hubo estrecha vinculación de hermanos
gemelos, y casi podría decirse de hermanos siameses,
entre Revolución y juventud”.
Fidel Castro
Hay un sendero donde la luz no se agota y viene de repente a tragarse las oscuridades de los días, a reparar los daños, a construir el mañana sin lugar a la penumbra; porque la penumbra no ha podido detener el paso continuo de las generaciones. Hay jóvenes en el sendero, muchos jóvenes que le dan bofetadas a su tiempo y se adueñan de las banderas y las calles y los cielos.
Y aunque las manos, o los cuerpos, sean diferentes, aunque cambiaran un tanto los sueños y los despertares, en el fondo del iris continúan brillando las mismas esencias, la misma patria y los mismos héroes. La Unión de Jóvenes Comunistas no es la mera contemplación de las actas y las cotizaciones, es justo la envoltura y concreción del sendero.
Temprano empezó la historia a reunir ideales, y desde los tiempos de machete y palmas, se aglutinaron los hombres entorno a un mismo pensamiento. No fue difícil entonces guiar las guerras y vencer en las batallas y equilibrar las fuerzas durante los ataques; no fue difícil darse las manos y ser uno solo contra el enemigo. Esa tradición fue creciendo con el devenir mismo de la insurrección cubana.
Con la llegada del siglo XX, surgieron en la Isla incontables organizaciones que les dieron puntapiés a los tiranos, siendo capaces de convertir a los jóvenes revolucionarios en fieras contra la dictadura. Y luego vino la luz de enero y renació con más fuerza esos deseos de militar, juntos, para continuar defendido a la Patria, ahora libre.
Diciembre de 1959 marcó la fecha y un mes más tarde nacía, de forma oficial, y de la mano del Comandante Che Guevara, la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR). A partir de ese momento, las nuevas generaciones se fueron adueñando de numerosos escenarios, y fueron cambiando, para bien del país, todo lo que fue necesario.
Dos años más tarde, y como sugerencia del Comandante el Jefe Fidel Castro, se propuso la imbricación de todas las organizaciones de jóvenes que existían en Cuba, incluyendo la AJR. El resultado del proceso fue la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
Cuando se cumple el medio siglo de vida de esta organización, no puede hacerse más que una pausa en el camino, y luego retomar, con más fuerzas, las luces que siguen brillando en el sendero.
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