Ozzie Guillén, mánager del equipo de béisbol los Marlins de Miami, tuvo que disculparse por un artículo de la versión de internet de la revista Time, donde declara: “Amo a Fidel Castro", reporta la prensa cavernícola de Miami.
Enterada de las declaraciones, allá fue histérica la gente de El Nuevo Herald a exigirle explicaciones al venezolano ex jugador de Grandes Ligas, quien echando mano al socorrido arte de la finta y aducir donde dije Digo, yo dije Diego, reculó con la siguiente salida: “Yo respeto a Fidel Castro (...) ¿Sabes por qué? Mucha gente ha tratado de matar a Fidel Castro durante los últimos 60 años, pero todavía está ahí", y para añadir tintes de credibilidad a su marcha atrás le añadió un improperio.
Recién iniciada la temporada, los Marlins, que presinteron el peligro de las palabras de su dirigente en la ciudad dominada por la mafia cubanoamericana, emitieron una declaración, donde se puede leer que “Estamos conscientes del artículo. No hay nada que respetar acerca de Fidel Castro. Es un brutal dictador".
Guillén, por su parte, se disculpó públicamente por esas declaraciones desde Cinncinnati, donde los Marlins sostienen una serie contra los Rojos.
“Estoy seguro de estar en contra [de la manera] en que él piensa, de la forma en que trata a su gente y de la forma en que trata a su país desde hace tiempo", expresó con cara de susto el timonel de los Marlins.
“Estoy en contra de eso 100 por ciento. No soy loco, ni estúpido ni ignorante para decir que amo a nadie”, al repetir el discurso de la dirección del club.
Y en cuanto al “respeto" a Fidel, Guillén dejó entrever que trataba de separar al hombre de la política.
“Dije que lo respeto porque... respeto a (Barack) Obama, respeto a (Hugo) Chávez, porque siempre respeto a las personas”, apuntó.
“Por otra parte, estoy 100 por ciento en desacuerdo con lo que ha hecho a su país. Si se lee el artículo, suena horrible, porque cuando lo leí por primera vez me dije: ‘Wow, esto me va a traer problemas’. No me estoy ocultando de nadie, especialmente de la gente en Miami (...) Desde el fondo de mi corazón (deben) creer en mí", recalcó Guillén, en estado casi rayano con el pánico, viendo peligrar su estancia al timón de los Marlins.
“Si están decepcionados y molestos con lo que dije, no los culpo, sino que estoy con ellos. Viví en Miami por 12 años y sé exactamente lo que esto significa para la ciudad".
En la extensa lista de comentarios generados por el artículo de mea culpa de Ozzie Guillén, donde se entremezclan ofensas obscenas con algún que otro elogio, no faltan las amenazas, veladas unas, abiertas y sin tintes otras, de la suerte que podría correr el director del conjunto emblemado por una aguja de casta.
Ni ganando el campeonato le perdonarán al timonel de los Marlins que encomiara al hombre que trae sin sueño a la derecha recalcitrante de la Ciudad del Sol por el solo hecho de haber barrido de Cuba la tiranía de cuyas generosas ubres mamaron, el Fidel que bajó de la Sierra al frente del Ejército Rebelde y mandó a parar el relajo de los yanquis.
Como ven, así funciona la cacareada "libertad de expresión" en la nación que se dice Meca de tal derecho.
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