Silvio Rodríguez, cantautor cubano y uno de los máximos exponentes de la Nueva Trova cubana, movimiento que ya cumple 40 años, compartió en Cienfuegos con intelectuales de esta ciudad del Centro-Sur de la Isla. Llegó puntual, y comenzó la charla sobre la génesis de aquella gira que hiciera por las prisiones del país.
Recordó que la idea surgió en medio de los debates del Parlamento cubano, en su calidad de diputado, encuentros que rememoró como de retroalimentación con personas necesitadas de vincularse a la cultura, sin importar las sanciones que cumplieran. “No solo hubo trova en aquellas citas, sino pluralidad de arte, porque participaron escritores, poetas, pintores y músicos invitados, así como talento artístico devenido de las propias prisiones. Se pintaron murales, donaron libros y obras plásticas a las penitenciarías”.
El trovador cubano contó la anécdota de cómo surgieron los conciertos en los barrios de la capital, que por vez primera, en Cienfuegos, trascienden a otras provincias. “Un oficial de Prevención del asentamiento La Corbata, que durante las giras por las prisiones trabajara en uno de esos centros, tocó un día a mi puerta recabando ayuda para reinsertar a la sociedad, mediante mi música, a sus pobladores, y así comenzamos los conciertos.
“Estos de Cienfuegos, han sido los primeros fuera de la Ciudad de La Habana, por invitación de los hermanos Novo y por sus 30 años de vida artística, pero pensamos desarrollarlos en Santiago de Cuba; en El Condado, de Santa Clara barrio de Maikel Elizarde, tresero de Trovarroco, grupo que le acompaña, un sitio de tradición y folklor; y en Matanzas, tierra de Los Muñequitos (institución ícono de la cultura cubana), e invitarlos a ellos a cantar con nosotros”, dio a conocer Silvio en el encuentro.
A una pregunta de los presentes sobre la celebración este 2012 de los 40 años del Movimiento de la Nueva Trova Cubana, Silvio acotó: “Lo que celebramos es la oficialización del Movimiento, porque este existía desde cinco años atrás, en 1967, que por acuerdo de la Unión de Jóvenes Comunistas, decidieron entonces, en 1972, organizarnos, lo que nos permitió conocernos, intercambiar ideas y canciones, realizar festivales y realzar a la trova como una de las instancias culturales más hermosas y auténticas de nuestro país. Esa me parece que ha sido la trascendencia principal de lo que fue la Nueva Trova”.
Sobre la oportunidad de compartir el concierto en el barrio de La Juanita, en Cienfuegos abundó: “Nos sentimos maravillosamente bien, muy bien, una de las cosas lindas que tiene esta experiencia de compartir en los barrios, es que la gente lo agradece mucho y Cienfuegos no estuvo por debajo, en lo absoluto, de otros. Yo te diría que fue tremenda la presencia y el entusiasmo. Lógicamente, para el que hace un arte escénico la receptividad es lo que nos llena el corazón y nos hace sentir bien”.
Así, los Jardines de la Unión de Escritores y Artistas en la Perla del Sur, institución que se prestigió con la presencia de Silvio, quedó con el halo místico del cantautor en sus predios, allí, amable y dispuesto para con la gente de Cienfuegos. Ojalá tengamos segundas citas con el artista que le ha cantado a tantas generaciones.
En la tarde noche de este domingo, el autor de Ojalá, Rabo de Nube, la Era y Cita con Ángeles, entre otras piezas antológicas de su repertorio, realizaba en la barriada de Reina, entorno de gente de puerto y pesca, mar y espigones, el segundo de sus conciertos en barrios de la ciudad de Cienfuegos.
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