Una agente de la policía hindú detuvo hace unas horas a una activista de la organización Personas a Favor de un Trato Ético a los Animales (PETA), vestida únicamente, de forma bien curiosa, con hojas de lechugas.
Según la información que circula en Internet no queda claro si la detención tuvo que ver con la exhibición en sí o estuvo motivada porque la joven manifestante portaba frente a un concurrido estadio en Bangalore, en la India, una pancarta donde se lee en inglés un llamado a hacerse vegetarianos.
Según mi modo de ver las cosas, ninguna de las dos constituye una razón plausible para ser conducida a una unidad policial.
PETA es una organización por los derechos de los animales, con dos millones de miembros y partidarios. Uno de sus slogans refiere que los animales no son nuestros para usarlos como comida, vestimenta, entretenimiento, experimentación o cualquier otra razón.
Algunas de sus tesis resultan controvertidas en extremo (como las significadas arriba en negritas), sin embargo, resulta loable el empeño de la organización por estigmatizar la caza de especies cuyas pieles u otras partes se comercializan con fines de exhibición o lucro personal, además de la crítica a pretendidos espactáculos de "entretenimiento" con animales, como las corridas de toros y las peleas de perros y gallos de lidia, entre otras.
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