Héctor R. Castillo Toledo
Racimo de cinco carreras le dio a Ciego de Ávila marcador de doce carreras por dos, pizarra de nocao sobre Las Tunas, sólo que la manita de anotaciones de los Tigres se produjo en el noveno y a los Leñadores, a esas alturas del juego, sólo les restaba concurrir tres veces al cajón de bateo para conceder tres outs y acabar sus angustias ante una estupefacta afición que colmó anoche al "Julio Antonio Mella" con la intención de festejar el pase a la semifinal oriental.
Pero de buenas intenciones, como diría cualquiera apelando a la célebre y socorrida sentencia, están empedrados los caminos del señor. Y el subcampeón cubano dejó flotando sobre el parque beisbolero de la capital tunera el mismo manto de zozobra que provocó en el "Sandino" de Santa Clara la remontada primero y luego el remate final de los granmenses, llegados a la Ciudad Naranja, como decían muchos, a una cuestión de puro trámite, con el dogal apretando la nuez...
Sería ya demasiado el ensañamiento contra aquellos que salieron delante y tuvieron el boleto a la ronda siguiente en la punta de los dedos. A Las Tunas podría sucederle igual hoy domingo, y con ellos serían tres los de la lista, inaugurada por unos Gallos espirituanos cuya única diferencia respecto al caso Villa Clara y al todavía pendiente entre Ciego y Las Tunas, es que aquellos, pese a similar ventaja de 3-1 con la cual llegaron al sexto juego, tuvieron en el yumurino "Victoria de Girón" a un adversario adicional en la presión del respetable.
Y bueno, de que se repita o no la historia, pero al menos obligó a extender las emociones al séptimo desafío del todo o nada, se encargó en Las Tunas el derecho Vladimir García, quien a pura velocidad y buen tino respondió a la confianza depositada en él por Roger Machado para ese duelo de vida o muerte.
El supersónico de la ciudad del gallo se hizo con su segunda victoria de la postemporada -16 en toda la campaña-, tras dominar durante ocho entradas a la exigente tanda de los Leñadores, entre cuyos hombres distribuyó tres ponches y otros tantos pelotazos, aunque no concedió boletos, un resultado rara avis en la pelota cubana de estos tiempos.
Este mismo hombre, traido de emergencia desde su hogar avileño hasta Cienfuegos para el último juego del cronograma regular, fue quien se encargó de apuntalar la clasificación de los subtitulares de Cuba a la postemporada cuando los Elefantes amenazaron con barrerlos. Se dijo entonces que no había viajado a la Perla del Sur por molestias en el codo de su brazo de lanzar, pero evidentemente aquellos malestares parecen curados.
En su afán de liquidar el mismo sábado, sin margen a sobresaltos, el mentor Juan Miguel Gordo apostó a uno de sus mejores hombres, el diestro Dael Mejías, quien pudo caminarle cinco entradas y dos tercios con solo par de limpias permitidas.
Sin embargo, el pitcheo de relevo de Las Tunas, encabezado por el jovencito Carlos Juan Viera -autor de una actuación excelente en el "Cepero"-, colapsó en el último tercio del encuentro. Al novato del municipio Jobabo le hicieron lapidario ramillete de cuatro en un inning completo de actuación por cuadrangular de Yoelvis Fiss con bases llenas, mientras las restantes seis se distribuyeron entre los cuatro hombres que a continuación desfilaron por la colina de los suspiros del "Mella".
Como nota al margen, y sin ánimo de "aguarle" los deseos a nadie, llamo la atención sobre un detalle: de las tres victorias tuneras sólo una, la del juego inaugural de la ronda, el día 25 de abril, se definió por diferencia de más de una carrera (6x1). Las otras dos se consiguieron con apretados scores de 5x4 y 3x2. Después de este último resultado, que data del miércoles 2, los subcampeones nacionales ganaron par de veces por abultados pizarrores de 10x2 y el de anoche 12x2.
¿Despetaron los Tigres de su letargo ofensivo? De dilucidarlo debe encargarse esta tarde, desde las 2:00 p.m., el primer hombre del staff de los Leñadores, el derecho Ubisney Bermúdez, quien a mi juicio ha de resultar la elección del alto mando de los anfitriones. En la trinchera contraria de seguro lo hará Yander Guevara.
Ojalá no se repitan las dos historias anteriores del "Girón" y el "Sandino", porque de lo contrario sería la de esta 51 Serie Nacional de Béisbol, la postemporada de las remontadas contra todo pronóstico.
¿Seguirán esta misma tendencia las semifinales de Oriente y Occidente? Sería bien interesante que así sucediera. Por lo pronto ya se sabe que la pactada entre Matanzas e Industriales comienza el venidero miércoles 16, en horario nocturno y con el estadio yumurino Victoria de Girón como sede de la arrancada.
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