Cuba resiste bajo la avalancha propagandística de EEUU

A pesar de que el producto que generan ni se ve ni se oye en Cuba (apenas un 2 por ciento según cifras en extremo optimistas), Radio y Televisión Martí continúa su inútil faena de "arar en el mar" a pesar de resultar un fardo que pesa como costoso gravamen sobre los hombros del contribuyente norteamericano.
Desde su aparición en el espectro en 1985 con el primero de los proyectos, el de radio, sucedido después por el de TV y más recientemente incluso por un sitio en internet, el engendro anticubano ha contado con el sistemático y generoso apoyo de sucesivas administraciones yankis, mientras las autoridades de la Isla continuamente lo denuncian ante la comunidad internacional por considerarlo ilegal e injerencista con un propósito bien definido: derrocar a la Revolución.
La cadena, que emite en español 24 horas al día, tiene su sede en Miami, y en este período preelectoral ha incrementado a niveles considerados inadmisibles la intensidad de esta abierta y declarada agresión radioelectrónica por parte de Estados Unidos. Así lo expresa este reporte de la corresponsal de Russia Today en La Habana: