Francisco G. Navarro
La salvaguarda de la identidad nacional en medio de nuevas circunstancias económicas y sociales fue la brújula que marcó el rumbo de los debates propiciados en Cienfuegos por la membresía de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), al momento de realizar su Comité Provincial, un análisis de los últimos 11 meses de gestión.
El estado de desprotección que acusa el área más céntrica, y por ende histórica, de Cumanayagua, primó en las intervenciones de los representantes del único Comité Municipal de la Unión Nacional de Escritores y Artistas que funciona en el territorio.
La asamblea concordó en que tal situación resulta común al resto de las siete municipalidades que giran en la órbita de la capital provincial, y en consecuencia adoptó un acuerdo referido a la necesidad de los entes decidores en cada una de esas localidades de escuchar la voz de los creadores a la hora trazar políticas de impacto social y ordenamiento urbano.
En esa misma cuerda David Soler, experto en el tema de la identidad, abogó por la protección de la rumba, género musical reconocido como patrimonio cultural intangible de la nación cubana y del cual Cienfuegos constituye una de las principales plazas en la Isla.
Cuestiones como la inoperancia de la proliferación de eventos culturales (bienales en distintas manifestaciones artísticas) en el área de la montaña, en contraposición con el continuo éxodo de la población del lomerío hacia las periferias de los pueblos y la consecuente subproducción del principal y tradicional renglón económico de ese ecosistema: el café, también animaron los debates.
Si en esos campos no se produce café no valen ni mil bienales, convino Omar Baliño, vicepresidente del Comité Nacional en las palabras que sellaron el encuentro.
Antonio Enrique González, presidente de la filial de la Asociación Hermanos Saíz en Cienfuegos, expuso la pugna existente entre el populismo y el arte de calidad, y alertó sobre la plaga del peor postmodernismo que se cierne sobre parcelas urbanas de la cabecera provincial colindantes con el área declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El propio Baliño destacó la importancia del análisis de la memoria histórica y la identidad presente en más de tres horas de producción de pensamiento, recordó al existencia de nuevos actores y factores en el actual proceso de adecuación del modelo de país y como la UNEAC debe asumir en tales circunstancias su rol de organismo regulador, especie de observatorio, y junto al sistema de instituciones actuar a favor de la legitimidad cultural.
La asamblea dedicó su prólogo a reconocer la labor de los cantautores locales Lázaro García Gil, quien recibió la condición de Miembro Emérito de la UNEAC en ocasión de su medio siglo de vida artística, y los hermanos Pedro y Roberto Novo, acreedores de las distinciones Amadeo Roldán y Nicolás Guillén.
También hubo un momento dedicado a la memoria del recién desaparecido “Gallego” Otero, fomentador de un museo de sitio en su finca de plantas medicinales, y cuya existencia no corre el peligro del olvido gracias a un documental realizado de conjunto por el grupo Teatro de los Elementos y la Televisión Serrana.
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