Tulipanes y teutones se plantaron en su segundo partido de la Eurocopa con sensaciones bien distintas pero con las mismas ganas de cerrar una victoria que definiera mejor el trazo de sus respectivos objetivos en un partido con sabor a eliminatoria en plena primera fase del campeonato continental. Al menos así lo era para Holanda, que no podía fallar si quería seguir teniendo claras opciones de pasar de ronda en el grupo de la muerte... y acabó fallando estrepitosamente.
Desde el inicio de partido el conjunto holandés declaró sus intenciones ofensivas tras unos primeros minutos de respeto, los que corresponden cuando se enfrentan dos de las favoritas con la sensación de que una de ellas puede quedar descartada a las primeras de cambio. Holanda empezó a ganar metros desde muy pronto para que Van Persie avisara con un leve remate ante Neuer, que mantuvo el tipo sin ninguna complicación.
Alemania, que ostenta el cartel de subcampeona de Europa, no tardó en responder inaugurando unos minutos de intercambio de golpes sobre el césped. Lo hizo por medio de Ozil y Mario Gómez, que a la postre iba a ser el responsable de todos los males en una defensa holandesa que, aunque resistía al principio de partido, daba muestras de excesiva fragilidad cuando tenía que frenar a Müller y Schweinsteiger.
Precisamente cuando el encuentro parecía encontrarse en el momento más igualado, y tras asociarse en varias ocasiones Robben con el siempre peligroso Van Persie y con la promesa -hasta ahora solo eso- de Holanda, Ibrahim Afellay, llegó la primera genialidad del delantero centro que nada tiene de 'mentiroso'.
Fue justo cuando Schweinsteiger obligó a retroceder de nuevo a toda la zaga de Holanda, que dejó todo el espacio para que el alemán sacara un pase de lujo a Mario Gómez, que definía a la perfección tras una media vuelta digna del mejor baile de verano. Con un sutil movimiento rompió a la zaga y fusiló a Stekelenburg, al que todavía le quedaba mucho por sufrir.
Con el gol en contra las esperanzas de Holanda se esfumaron como el espejismo que había sido su juego en los primeros compases de partido. Los naranjas, que veían como Van Persie desaparecía y se obligaba a sí mismo a bajar a recibir en su propio campo, se encomendaron a un Robben que volvía a ser la definición del quiero pero no puedo. El delantero del Bayern, sin embargo, tampoco sacó del apuro a los suyos al aparecer con peligro solo en una ocasión que sirvió para que su característico disparo lo atrapara Neuer sin complicación alguna.
Mientras, Mario Gómez volvía a dar una lección con un disparo al larguero tras romper a un joven Willems superado por las circunstancias. Stekelenburg, que ya había salvado el segundo antes, no pudo hacer nada y aún tuvo que ver cómo Alemania se marchaba al descanso con la última oportunidad en sus botas y con el 0-2 en la pizarra. El intermedio tenía que cambiar a Holanda, pero ya era demasiado tarde.
Sneijder hizo creer pero sólo salvó la honra
La reanudación cambió el esquema de Holanda, que trató de hacer daño con dos nuevos jugadores en el terreno de juego -Van der Vaart y Huntelaar- pero acabó siendo revitalizada por uno de los que ya estaba presente. Fue Sneijder el que, tras el intento fallido de su compañero Robben, cargó con el peso del encuentro haciendo creer a su equipo. El centrocampista tomó el control del partido y provocó que Alemania tuviera que confiar en su disciplina táctica, estrategia que le acabó funcionando.
Funcionó a pesar del tanto de Van Persie, que se quitó de encima los fantasmas de la primera mitad con un espectacular disparo que Neuer no alcanzó a atrapar a pesar de su buena estirada. El balón desde la frontal había salido con la fe de la remontada, pero a pesar de que el esférico acabara entre las redes, Holanda se quedó en el camino aunque lo intentara de todas las formas. Alemania, que manejó los tiempos como en el último tramo de la primera mitad, volvió a terminar el tiempo reglamentario en campo contrario y ya roza con los dedos su clasificación para cuartos de final.
Tras esta derrota de mitad de semana, Holanda, y después de caer en su debut ante Dinamarca, Holanda necesitaría una carambola para poder clasificarse a la siguiente fase con tres puntos, siempre y cuando venciera a Portugal en el último partido de la fase de grupos.
Varela mantuvo con vida a Portugal
Y en el duelo de primera hora Portugal se mantuvo con vida en el 'Grupo de la Muerte' al derrotar 3-2 a Dinamarca, con un gol salvador de Silvestre Varela a tres minutos del pitazo conclusivo del choque jugado en Lviv.La Selecçao se adelantó por medio de Pepe (24'), gracias a un remate de cabeza al primer palo en un saque de esquina, y Helder Postiga (36'), que empujó a la red un pase de la muerte de Nani, pero Bendtner con dos tantos de cabeza (41' y 80'), devolvió la igualdad al marcador.
Cuando todo parecía dirigirse a un empate muy negativo para los lusos, el recién ingresado a la cancha, Silvestre Varela (87'), se vistió de superhéroe para batir a Stephan Andersen y resucitar a su equipo.
En la tercera y última jornada del grupo, el venidero domingo 17, Portugal (3 puntos) se medirá a Holanda (0) y los daneses (3) se enfrentarán a la casi clasifcada Alemania (6).
Antes de esa jornada decisiva, la principal inquietud para los hombres de Paulo Bento radica en que su estrella, Cristiano Ronaldo, continúa negado con el gol y hoy volvió a desperdiciar varias ocasiones, especialmente un mano a mano ante Andersen en el 78' en el que, incomprensiblemente envió fuera la Tango 12, justo antes del segundo tanto de Bendtner.
"Vamos por el buen camino. Tarde o temprano seguiremos marcando, ya sea Cristiano u otro jugador, no importa quién sea", dijo el director técnico lusitano.
Su oponente en la banca contraria, el danés Morten Olsen, dijo por su parte que "La decepción es enorme. Puede que hayamos tenido suerte contra Holanda, pero hoy realmente tuvimos mala suerte", comentó. (Con información de Eurosport y AFP)
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