Nada más comenzar el choque, Italia pudo abrir la lata tras un zurdazo de De Rossi que se estrelló en el poste de la portería de Hart. Inglaterra respondió en la siguiente acción, pero Glen Johnson se topó con una mano salvadora de Buffon.
Precisamente, el lateral inglés fue uno de los mejores futbolistas de la primera parte, con un desborde y una llegada que generaba constantes peligros para la defensa italiana.
Contrarrestando las embestidas esporádicas de Inglaterra, la azzurra gozaba de la posesión del balón, gracias en parte a la labor de Pirlo, inconmensurable todo el partido en la medular, escoltado a la perfección por Montolivo y De Rossi. Al descanso, la estadística reflejaba un claro dominio del balón de Italia (63,4 % de posesión y 321 pases logrados), pero la pizarra electrónica continuaba sin moverse.
Cansancio físico
Tras el paso por el túnel de vestuarios, la dinámica continuó siendo la misma. Italia busca con ahínco el gol y por momentos arrinconó a Inglaterra. Sin embargo, el tanto no llegaba, en parte por los constantes fallos de Balotelli, negado de cara a puerta. Con el paso de los minutos, el cansancio físico comenzó a hacer mella en algunos jugadores transalpinos, por lo que Inglaterra se vino arriba.
Roy Hodgson decidió mover ficha e introducir a Carroll y a Walcott. Enseguida, el 'tanque' del Liverpool comenzó a incomodar a los centrales italianos. Gerrard también daba síntomas de flaqueza, por lo que Italia se hizo con el absoluto control del partido en los últimos minutos reglamentarios. Nocerino pudo dar la victoria a Italia en el tiempo añadido, pero un atento Johnson abortó su disparo.
Todo apuntaba a que los 30 minutos de la prórroga iban a dar para poco fútbol y mucha emoción. Y así fue. Diamanti tuvo la ocasión más clara en la primera parte con un centrochut que sorprendió a Hart y repelió el poste. Inglaterra se conformaba con los penaltis. Mientras, Italia, que se veía superior, fue a por el partido. Con ambición, garra, corazón y fútbol. Aunque con pocas fuerzas.
Lotería imprevisible
Quizá le faltó una referencia arriba distinta a Cassano y Balotelli. Llamó la atención que Di Natale no disputara un solo minuto en un partido de estas lides. En las postrimerías, el linier anuló correctamente un gol a Nocerino por un claro fuera de juego. Antes de la tanda de penaltis, Buffon y Hart rompieron a reír sacudiéndose la presión.
Balotelli y Gerrard comenzaron la lotería de los penaltis lanzando y marcando con seguridad. Montolivo envió la segunda pena máxima fuera y media Italia ya se vio eliminada como en 2008. Pero quedaba mucha tela por cortar. Tras el tanto de Rooney, Pirlo certificó su sublime actuación transformando su penalti a lo Panenka. En una situación crítica para su selección, supo sacar una sangre fría de elogio. Genio y figura. Después, los errores consecutivos de Young y Cole y los aciertos de Nocerino y Diamanti dieron la agónica (y justa) clasificación de Italia para las semifinales de la Eurocopa.
Para acceder a la final, los de Cesare Prandelli deberán derrotar a Alemania el próximo jueves 28 en Varsovia (20:45 hora local, 2:45 en Cuba). Por el cansancio físico transalpino y el fútbol germano, los de Joachim Löw son favoritos, pero Italia es mucha Italia. Además, ahora le gusta mimar el balón, no maltratarlo. Si Nereo Rocco, inventor del catenaccio, levantara la cabeza, no reconocería a los suyos. El fútbol agradece esta nueva bella Italia. Y de momento, es justo con ella.
Así fue la ronda de penaltis: 0-1: Balotelli, gol. 1-1: Gerrard, gol. 1-1: Montolivo, fuera. 2-1: Rooney, gol. 2-2: Pirlo, gol. 2-2: Ashley Young, al larguero. 2-3: Nocerino, gol. 2-3: Ashley Cole, para Buffon. 2-4: Diamanti, gol. / Italia en semifinales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario