Manuel Benítez del Río
Chirrín, chirrán... Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 acaban de cerrar el chiringuito, lo hicieron como comenzaron, con una ceremonia dedicada a celebrar la cultura popular británica.
La final, más festiva que la apertura dirigida por Danny Boyle que incluyó una desaforada pasión british y una sobredosis de autocomplacencia, pasando por la política al poner en valor la sanidad pública o la imparable selección musical que dejó fuera del setlist a grandiosos nombres.
Pero antes de caer en las chapuzas* british, quiero dedicar unos párrafos a Cuba, que termina los Juegos siendo líder del medallero latinoamericano, con cinco oros, dos de ellos de los púgiles Robeisy Ramírez y Roniel Iglesias.
Nuestro boxeo, que no logró ni un solo título olímpico en Beijing, recuperó con victorias el prestigio que distingue a la Isla como una de las mejores escuelas del planeta.
Además de los cinco oros, la delegación cubana consiguió tres platas y seis bronces. ¡Bravo por Cuba!
Y ahora pasemos a las chapuzas de Londres, que son varias:
Si Barcelona fue una explosión de alegría, Atlanta un negocio rentable, Sydney un ejercicio de tolerancia e integración, Atenas un viaje a los orígenes y Pekín un alarde de recursos, Londres corre el riesgo de pasar a la historia por sus "chapuzas".
1.- El día de la inauguración una chica del público logró saltar y acoplarse a la delegación de la India para desfilar por el tartán. No hizo nada más que eso, desfilar y saludar a la grada con la misma ilusión que los deportistas.
2.- Los tenistas padecieron un insufrible baile de horarios y pistas. Incluso David Ferrer tuvo que pedir a su fisioterapeuta que le cocinara pasta, alimento que fue incapaz de conseguir a través de la organización.
3.- El lamentable aspecto de algunos recintos, especialmmente en deportes minoritarios y durante la primera semana, debido al precio de las entradas, ante lo cual el remedio fue peor que la enfermedad. Las primeras filas de los pabellones estaban abarrotadas de militares en acto de servicio.
4.- El volei playa fue todo un éxito en las gradas. Cervezas, poca ropa, cheerleaders recien llegadas de Canarias con un protagonismo desorbitado y música de Benny Hill. Todo para amenizar el ¿deporte? ¿O es que las chicas estaban muy buenas...?
5.- Londres tuvo la suerte de contar con el mejor cartel de la historia para la carrera de 100 metros lisos. La prueba reina. El minuto de oro. En la salida, en el momento de máxima concentración -un nulo es suficiente para la eliminación-, cayó una botella de cerveza a un par de metros de los corredores.
6.- Lo de la llama olímpica rozó el ridículo. Hubo que apagar el fuego para trasladar el pebetero a un rincón. Se encargaron de volver a encenderlo un miembro del COI y un obrero que participaba en la mudanza, ambos subidos a una grúa.
7.- Por primera vez en la historia, el pebetero y el fuego olímpico no se veían desde fuera del estadio.
8.- Desde la capital británica se encendió una chispa que activó todas las alarmas del paralelo 38, una de las zonas mas tensas del planeta. La selección de fútbol femenina de Corea del Norte amenazó con retirarse de la competición. Y es que en la presentación del equipo sus caras aparecían acompañadas de la bandera de Corea del Sur. Incluso David Cameron, primer ministro británico, tuvo que ofrecer disculpas.
Nada, que la llama olímpica ha agonizado. Y el hecho simboliza el punto y final de los Juegos de Londres, o el inicio de la cuenta atrás para Río 2016.
Cuestión de gustos, pero mírese como se mire el cuento de Londres ha pasado a la historia y dentro de cuatro años Brasil nos contará otro.
(*) En Cuba usamos el término chapucerías.
Has copiado el texto de un periodista de La Voz de Galicia!
ResponderEliminarSi utilizas textos q no son tuyos hay que citar al autor o la fuente+autor. Lo que tu haces en este blog es robo o plagio
ResponderEliminarComo editor del blog y responsable de lo que se publica, tengo a bien comentarles (vale también para Karude) que el autor en ambos casos, allá en La Voz de Galicia y acá, son el mismo. Si en uno utiliza una firma y en el otro lo hace bajo otra, se trata de un asunto enteramente de su incumbencia y de la mía, pues así lo acordamos hace mucho rato, desde que en este blog apareció por vez primera una nota bajo el crédito de Manuel benítez del Río. Tengo las notas y los correos originales enviados por el autor. Gracias por la preocupación.
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