A la usanza de los viejos tiempos de patente extendida a corsarios y conquista colonial de territorios, cuando Inglaterra campeaba por sus respetos haciendo honor a su ganado mote de Pérfida Albión, el canciller William Hague, la voz de la "diplomacia" británica, declaró que la extradición de Julian Assange a Suecia es una cosa decidida. "El Reino Unido no acepta los principios del asilo diplomático. El asilo no debe ser usado para evitar un proceso judicial regular", dijo e insistió en que su Gobierno no dará un salvoconducto a Assange porque "no hay ninguna base legal para esto".
No hay comentarios:
Publicar un comentario