Se cumplen hoy 55 años de una de las acciones más gloriosas que forman parte del proceso revolucionario liberador iniciado el 26 de julio de 1953 con el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes: La sublevación de Cienfuegos contra la tiranía batistiana el 5 de septiembre de 1957.
Como cada noveno mes en este fecha, el pueblo cienfueguero, junto a veteranos de aquel chispazo redentor y familiares de los caídos en los enfrentamientos, rindieron tributo a los mártires del levantamiento popular
protagonizado por combatientes del Movimiento 26 de Julio, civiles unidos espontáneamente a la acción y marinos complotados dentro del Distrito Naval del Sur cuyo comprometimiento con la revolución en marcha ponía en entredicho la cacareada "unidad monolítica del Ejército, la Marina y la Policía" del dictador Fulgencio Batista.
Contado entre los episodios más gloriosos en la historia de la lucha revolucionaria iniciada por Fidel, la insurrección del pueblo de Cienfuegos el 5 de septiembre de 1957, aunque ahogada en una orgía de sangre por la feroz dictadura, constituyó un golpe que estremeció hasta los cimientos mismos a la tiranía y se erigió en demostración de las reales posibilidades de victoria de los cubanos.
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