Atenazado por una fiebre quebrantahuesos y otros síntomas anexos de los cuales no quisiera acordarme, este viejo Capitán fue a dar con su anatomía debajo de los nada agradables velos de un mosquitero por prescripción facultativa, bajo sospecha de haber resultado víctima de ese para nada simpático insecto convertido por obra y gracia de su proliferación en actor vedette del panorama urbano en la Isla.
Eso tal vez les explique mi desacostumbrado hábito de faltar a la actualización del Fanal Cubano.
No importa que se le haya declarado una guerra sin cuartel ni que el país erogue cuantiosos recursos en la (sólo en apariencias) desigual batalla. Porque a pesar de resultar diminuto y a primera vista inofensivo, el bichito se las ingenia para aparecer allí donde le dejan un resquicio.
En este país de lluvias imprevisibles de un lado, y gente con afán de siempre contar con sus "reservorios" para encarar intermitencias en las cañerías que en algunos sitios altos han pasado a la categoría de "sequías" permanentes y severas, debe entenderse como resquicio o brecha, desde un sencillo cascarón de huevo hasta las inocentes medialunas vegetales en que queda convertido un aguacate cuyas flatulencias desencadenantes hace rato hicieron historia, pasando por la parafernalia de depósitos, unos en uso, otros en calidad de chatarras. Así de sencillo: basta eso para que el señor (digo mejor, la señora, pues el tratamiento de género no debe resultar discriminatorio tampoco en este terreno) doble A haga sus deposiciones en el afán por perpetuar la especie... Coño'e su madre.
Me perdonan la expresión, pero sólo quien ha pasado la experiencia, y en especial la nada agradable de permanecer debajo de un mosquitero con estos calores infernales, calibrará si es justo el recordatorio a mamá AA o si el "halago" quedó corto. Yo suscribo lo segundo, pero el que llevaría entonces no podría publicarlo.
Por fortuna las fiebres cedieron, los restantes síntomas también. Y aún a la espera de un segundo y definitivo examen complementario que dé por concluida esta pesadilla con un aval médico de apertura y cierre de otro "caso sospechoso", me daré por satisfecho de haber escapado por esta vez de este encerrona del agente doble AA, cuyas huestes siguen presentando combate y no parecen darse ni por enteradas a pesar del empeño y el afán que se ha puesto en Cuba para erradicarlo.
Con datos referidos al cierre del octavo mes, Cienfuegos reportó en agosto la detección de 272 focos del Aedes Aegyptis, aunque sigue sin lamentar casos positivos de dengue mientras aumenta la vigilancia epidemiológica y arrecia una campaña dirigida a las familias por el cumplimiento del autofocal para prevenir la presencia de hospederos.
Para que exista cabal comprensión de hasta dónde ha llegado el nivel del pulseo entre humanos y el diminuto, pero peligroso vector, la filial de la Universidad de las Ciencias Médicas Raúl Dorticós, de Cienfuegos, creó la carrera de técnico medio en Lucha Antivectorial, programa del cual egresará personal más capaz y mejor preparado para el combate sin cuartel contra el mosquito.
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