Joven Club de Computación: Cinco lustros labrando camino al futuro (+ Vídeo)

El embrión de lo que luego serían los Joven Club de Computación surgió de una muestra organizada por las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ), en el verano de 1987 en el Pabellón Cuba, de la ciudad de La Habana.
La apertura en el mes de julio allí de un área de computación, a iniciativa de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y con el apoyo del Instituto Nacional de Sistemas Automatizados y Técnicas de Computación (INSAC), entre otros organismos, alcanzó su propósito: promover el uso de la computación y la electrónica, como opción de recreación en el periodo vacacional para quienes asistían al céntrico y concurrido lugar.
Al final la iniciativa devino éxito que despertó el interés entre niños y adolescentes, quienes por primera vez enfrentaron el encanto mágico de una computadora. El fenómeno de masas (más de 35 mil visitantes en apenas dos meses, la mayoría de personas comprendidas en el citado grupo etáreo) no pasó desapercibido a la máxima dirección del país, quien tuvo noticias de la amplia acogida que despertó tocar con manos propias lo que entonces sonaba como cosa de otra galaxia: un teclado inteligente.
Enterado Fidel de lo que sucedía en el Pabellón Cuba con las computadoras, una vez terminada la exposición decidió reunirse con el Buró Nacional de la UJC, con cuyos integrantes evaluó ampliar el proyecto y extenderlo al resto del país.
Aquel encuentro quedó registrado el 8 de septiembre de 1987, fecha que por su connotación devino punto de partida para los Joven Club de Computación y Electrónica, centros con la misión de proporcionar y elevar una cultura informática a la comunidad con prioridad hacia niños y jóvenes, desempeñando un papel activo, creativo y de formación de valores en el proceso de informatización de la sociedad cubana.
Con esa visión de futuro que lo caracteriza, ese día Fidel aseveró: "…Joven Club de fábrica, de instituciones y Joven Club popular, porque estos son los que están allí al lado de los vecinos, este es el médico de la familia, la computadora de la familia cubana…".
El 7 de marzo de 1991, cuando ya funcionaban 106 Joven Club en 86 municipios del país, Fidel asiste a la inauguración del Palacio Central de Computación. Una década después, en abril de 2001, el programa llega a la cifra de 300 Joven Club y completa la cobertura nacional.
A cinco lustros exactos de la feliz idea primigenia, suman más de 600 las instalaciones de este tipo existentes en Cuba, incluidas las zonas más agrestes y recónditas, entretando continúan perfeccionando el superobjetivo para el que fueron creadas: convertirse en entidades referenciales dentro del proceso de informatización de la sociedad cubana, desempeñando un papel determinante en la vida sociocultural de la comunidad.
Hoy existe un Joven Club por cada 18 673 habitantes, 138 localizados en comunidades fuera de las cabeceras municipales, 39 de ellos en regiones montañosas, cifras que confirman la premonitoria frase del líder de la Revolución cubana aquel 8 de septiembre de 1987, justo en la fecha en que por entonces los del gremio festejábamos como propia la celebración del Día Internacional del Periodista. Feliz coincidencia. (Datos tomados de la Enciclopedia Corporativa Cubana, ECURED)