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sábado, 17 de noviembre de 2012

Alan Gross demanda a su empresa y al gobierno de EEUU por el embarque en Cuba

Héctor R. Castillo Toledo

El agente con fachada de subcontratista Alan P. Gross, encarcelado en Cuba desde hace casi tres años por “actos contra la independencia o la integridad del Estado”, tal como reza en el acta de sentencia, demandó a su antigua empresa con sede en Bethesda, Maryland, y al gobierno de Estados Unidos, por considerar que no le entrenaron debidamente ni le informaron de los riesgos que corría al realizar supuestas tareas de desarrollo económico en la Isla.
Según reporta desde Washington Associated Press (AP), Alan Gross y su esposa Judy presentaron su demanda este viernes ante un tribunal federal de Washington, argumentando que la Development Alternatives Inc. (DAI), entidad en la que Gross trabajaba y el gobierno estadounidense, con quien la empresa tenía contrato, no le ofrecieron a Gross "la educación y el entrenamiento necesario para minimizar el riesgo de salir perjudicado".
A buen entendedor, pocas palabras. Usted puede entrenar a alguien con diferentes propósitos:
- A un atleta para que mejore sus resultados deportivos.
- A un estudiante con el objetivo de vencer objetivos académicos.
- A un obrero en el afán de hacerlo más eficiente y cuidadoso en el uso de medios de protección en el desempeño de sus labores...
Si como se dice el objetivo debió ser prepararlo para minimizar los riesgos de salir perjudicado, sólo se me ocurre pensar se habla de cómo adiestrar a un agente para que burle los mecanismos de fiscalización del país donde va a realizar su tarea.
La propia demanda reconoce de manera tácita que Gross, de 63 años, y arrestado en diciembre de 2009 por haber introducido “de manera ilegal, medios de infocomunicaciones para crear redes internas, como parte de un programa del gobierno de Estados Unidos dirigido a promover acciones desestabilizadoras en el país y a subvertir el orden constitucional”, conocía de sobra los riesgos a que estaba expuesto. Y no vino a Cuba una vez, lo hizo en cinco oportunidades.
No es nuevo el asunto y conviene refrescarlo a propósito de la noticia de la agencia AP firmada por la corresponsal Jessica Gresko: en el propio juicio, celebrado el 12 de marzo de 2011, el acusado reconoció haber sido utilizado y engañado por la DAI, a la cual acusó entonces de “haberlo puesto en peligro y de conducirlo a su situacion actual y arruinar la vida y la economía de su familia”.
La nota insiste en el manido tema de presentar a Gross como parte de un proyecto dirigido a incrementar la capacidad para dar acceso a internet en el país, particularmente a la pequeña comunidad judía en la isla, asunto desmentido por portavoces de esa congregación quienes aseguran que todas las sinagogas en Cuba tienen acceso a la red; lo tenían antes de que Alan Gross visitara Cuba.
Hace apenas tres días, al replicar el descargo del representante estadounidense ante la Asamblea General de la ONU para justificar la postura de su gobierno contra el documento presentado por la Isla y aprobado por abrumadora mayoría para que Washington cese su política de bloqueo contra la Isla, el canciller Bruno Rodríguez puntualizaba con meridiana claridad:
"El señor Alan Gross fue sancionado en debido proceso por realizar operaciones encubiertas, pagado por el gobierno de Estados Unidos, con el empleo de tecnología no comercial, contra el orden constitucional cubano. Son actos previstos y sancionados también por las leyes norteamericanas. Miente el señor (Ronald) Godard cuando dice que ayudaba a la comunidad judía a conectarse a Internet".

¿QUE COSA ES DAI Y A QUÉ INTERESES RESPONDE?


La Development Alternatives Inc. (DAI), era una empresa contratista para la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés), un organismo del gobierno que, bajo la fachada de ofrecer asistencia económica y humanitaria, realiza labores para los servicios de inteligencia estadounidenses en respaldo de operaciones de injerencia y desestabilización en el mundo entero.
A ella también se refirió hace tres días en la ONU nuestro canciller: "El delegado de Estados Unidos miente cuando afirma que su país es uno de los principales donantes de ayuda humanitaria a Cuba. Usa datos falsos que incluyen los millones de dólares que la USAID usa para subvertir el orden constitucional en mi país...", dijo Bruno.
El recurso de reclamación presentado hoy ante un tribunal federal de Washington esgrime que Gross expresó su preocupación por el proyecto en varias ocasiones, pero fue presionado por DAI para "terminar el proyecto o encontrar a alguien que lo hiciera". Cuando el gobierno estadounidense supo de las preocupaciones de Gross, los funcionarios tampoco hicieron nada, dice la reclamación.
La esposa de Gross, Judy, que ahora vive en Washington, ha dicho en ocasiones anteriores que su esposo siente que fue engañado por DAI. En una entrevista con The Associated Press en 2011, dijo que su esposo quería certeza de que lo que estaba haciendo era legal, pero la compañía rechazó contactar a los funcionarios cubanos y se rehusó a permitirle contactar a nadie.
Un cable de la agencia española Efe fechado el 29 de noviembre del pasado año, reportaba que la señora Gross había instado al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a que diera el primer paso para negociar su pronta liberación en la isla.
Si la esposa del agente USAID decía entonces, y cito textual, "...me encantaría que el presidente Obama levante el teléfono, o envíe un correo electrónico, e intente dar el primer paso y diga sentémonos a negociar”, ahora tiene razones sobradas para urgir al reelecto mandatario a que busque una solución al caso.
El pasado martes 13 Cuba dejó bien clara su postura y lo escuchó el mundo entero: "El gobierno norteamericano es responsable de la situación del señor Gross y podría empezar por sentarse a hablar seriamente con el gobierno cubano sobre su caso".
Por lo pronto, con su habitual hermetismo de siempre, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo no disponer de noticias sobre la referida demanda y que no tenía comentarios por el momento.

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