Traducir esta página

English Russian Italiano DeutschPolonia Français Portuguese Chino Japones Arabe Sueco Noruego Corea

lunes, 19 de noviembre de 2012

Diálogo de Paz: El corazón en La Habana y los pies en Colombia (+ Vídeo)

Pedro Rioseco

Con mirada moderadamente optimista y realismo, el secretario general del Partido Comunista de Colombia, Jaime Caycedo Turriago, destacó la importancia del diálogo que el Gobierno de Bogotá y la insurgencia inician hoy en La Habana en busca de la paz.
En entrevista al concluir en Guayaquil, Ecuador, un encuentro de partidos comunistas de 13 países de la región, Caycedo precisó que "tenemos el corazón en La Habana y los pies puestos bien en la tierra colombiana y en la movilización de masas".
También "en la lucha en las carreteras, calles, plazas, en generar la conciencia de que la paz nos concierne a todos los colombianos, de todas las clases y capas sociales, y desde luego a los trabajadores, campesinos, movimientos indígenas y afrocolombianos, agregó.
Es un momento de mucha importancia para la vida colombiana, el acuerdo de diálogo que el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) han puesto en marcha y que a partir de este lunes comienza en La Habana, destacó.
"Han puesto en principio un punto de esperanza y de opción para una solución política", subrayó.
Recordó que "esto no surgió de la nada ni solo de la buena voluntad del Estado colombiano, empeñado en una guerra contrainsurgente de largo alcance y con una asistencia muy comprometida del Comando Sur de Estados Unidos los últimos 12 años".
En Oslo, Noruega, se mostraron las dos posturas. El movimiento guerrillero vincula el tema de la paz a la necesidad de cambios profundos en la sociedad colombiana, en el Estado y la política, y esos cambios no se van a conseguir en la mesa de negociación, apuntó Caycedo.
Pero, puntualizó el máximo dirigente comunista desde 1994, el Estado colombiano sí tiene concesiones muy importantes que hacer, pues procesos anteriores han concluido en situaciones muy críticas de derechos humanos, libertades y garantías para la vida.
"La guerra sucia contra la Unión Patriótica del Partido Comunista, denunció, eliminó de cinco a seis mil dirigentes, activistas, alcaldes, funcionarios, congresistas, y decapitaron la oposición democrática que planteaba desarrollar la lucha política por una vía no armada".
Eso ya pasó en Colombia, advirtió Caycedo, y naturalmente genera escepticismo y preocupaciones, si de parte del Estado colombiano no hay garantías profundamente definidas, claras y suficientemente consolidadas para evitar que algo así pudiera llegar a repetirse.
Hay centenares de miles de víctimas de esta guerra civil, afirmó, y dentro de ella centenares de miles de crímenes atribuidos al Estado que tienen que ser esclarecidos, y sus familiares claman por que esos temas sean resueltos también en un proceso de paz.
"Este proceso de paz, por lo tanto, no se desliga de los anteriores ni de los intentos que quizás no prosperaron en su momento para poder avanzar en esa dirección", recalcó.
La Marcha Patriótica se ha constituido en este contexto, reclamando esa voz, esa organización desde lo popular, para a través de debates y constituyentes a nivel de departamentos y regiones, poder converger en un gran movimiento nacional, señaló.
"Estamos trabajando, apuntó, con una ruta social común para la paz, no solamente Marcha Patriótica sino también el Congreso de los Pueblos, distintas organizaciones populares vinculadas al Consejo Ecuménico, que tienen un compromiso muy serio con la paz".
El fenómeno de la guerra no se va a resolver en el campo de batalla, ya eso está claro y hasta el Estado lo acepta. Se tendrá que resolver con la movilización y la decisión del pueblo colombiano sobre el tipo de paz democrática por la cual está luchando, remarcó.
Estados Unidos es, como se dice en Colombia, un actor de esta guerra, denunció Caycedo, y eso implica que sus decisiones acompañen de alguna manera, si hay esa voluntad que se dice y que nosotros creemos debe ser así, para favorecer los resultados.
"¿Cómo puede desarrollarse un proceso de paz y de diálogo en Colombia, con financiamiento estadounidense al Plan Colombia y el impacto que eso tiene sobre las operaciones y el escalamiento bélico en el país?", preguntó el dirigente del Partido Comunista.
Reiteró las denuncias del "asesoramiento militar (de Estados Unidos) e información satelital en tiempo presente, los que representan condiciones estratégicas en el desarrollo de un conflicto bélico".
"Máxime, emplazó Caycedo, cuando el gobierno colombiano ha dicho, por consejo de sus asesores norteamericanos, que se debe dialogar en medio de las confrontaciones, sin tregua, ni siquiera una tregua navideña ha dicho Santos, por lo tanto la situación no es fácil".
El problema de asimetría es muy evidente. Nadie pretende que esto se nivele en las condiciones del mundo actual, pero la resistencia ha sido de tanta fuerza social que ha impedido que los movimientos guerrilleros en Colombia sean exterminados, agregó.
"Siguen siendo una fuerza, y el Estado se ha visto obligado a reconocerlos como actores políticos, dialogar con ellos, y cambiar su teoría de que no había ningún conflicto y se trataba solamente de unos cuantos terroristas, ese cambio es importante", subrayó.
El punto principal, enfatizó, es cómo modificar una relación de fuerzas tan desequilibrada en un contexto de globalización y de agresión por parte del imperialismo, solamente con la posibilidad que está creándose en nuestro país de la movilización social y popular.
"La gente tiene inquietudes y cree realmente que este proceso puede abrir algunos horizontes, dijo, por lo que recabamos la unidad de todas las fuerzas que puedan aportar a la búsqueda de la paz, a impedir que cualquier actor se levante de la mesa con un pretexto".
Particularmente, aclaró, lo decimos por la experiencia con el gobierno colombiano que, en dos ocasiones de negociaciones anteriores en el exterior se levantó de la mesa.
Esto, concluyó Caycedo, es necesario consolidarlo con el respaldo internacional y la exigencia de los sectores populares colombianos sobre las libertades, garantías para la vida, vigencia de los derechos humanos, y necesidad de reformas profundas en la estructura agraria del país".
"Estructura agraria, reiteró, sumamente atrasada y atravesada por el narco-latifundismo y la para militarización que se constituyeron como parte de la contra insurgencia, y las garantías para las víctimas, de verdad, justicia y reparación, como aspectos fundamentales".
Quizás no se va a resolver en la mesa de negociaciones, pero sí tiene que abrirse el gran debate nacional que este neoliberalismo casi neocolonialista requiere, el cual vincula la guerra a sus formas de regulación interna, para crear una democracia real en Colombia, sentenció el dirigente comunista. (Prensa Latina)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog