El presidente de Ecuador, Rafael Correa, lanzó el sábado su carrera para ser reelecto en febrero del 2013, unos comicios en los que parte como favorito para lograr un nuevo mandato de cuatro años que le permitiría profundizar sus políticas sociales y de fuerte control estatal de la economía.
Desde que asumió el cargo en enero de 2007, este economista de 49 años educado en Estados Unidos ha mantenido altos niveles de popularidad gracias a un elevado gasto en hospitales, escuelas, carreteras, y marcha con gran ventaja en los sondeos de opinión.
La escena política ecuatoriana actual muestra a una oposición dividida y sin líderes carismáticos. En la vereda de enfrente, Correa buscará su tercer triunfo consecutivo en elecciones presidenciales.
El encargado de proponer su candidatura fue el actual vicepresidente Lenin Moreno, quien argumentó: "Que su agitación provoque vientos de libertad", al tiempo que pedía a los miles de militantes del movimiento Alianza PAIS (AP) levantar sus credenciales de color verde en señal de aprobación de la propuesta.
Correa, en el poder desde el 15 de enero de 2007 (fue reelegido en 2009 en comicios anticipados), encabeza la intención de voto con 56%, seguido del banquero de derecha Guillermo Lasso, su principal oponente con 23%, según la más reciente encuesta de la empresa privada Cedatos.
Una eventual victoria allanaría la ruta al líder socialista para desplegar más reformas tendientes a incrementar los ingresos estatales derivados del petróleo y la minería.
En su discurso de aceptación de la candidatura, Correa dijo que buscará que el Estado sirva "especialmente a los más pobres, para cambiar las relaciones de poder para que ya no nos dominen la partidocracias, la bancocracias, burocracias internacionales, imperios extranjeros, dictaduras mediáticas, si no para que nos dominen como en democracia las grandes mayorías.
"Hemos avanzado pero falta mucho (...) por eso aceptamos esta asignación, por eso debemos continuar con el poder político y seguir cambiando las relaciones de poder", dijo ante cientos de sus seguidores.
Su discurso combativo le ha llevado a duros enfrentamientos con sectores a los que califica de poderosos y corruptos, entre ellos los medios de comunicación, y con inversores extranjeros, que han visto sus beneficios mermados por sus reformas.
La oposición, dividida y desgastada, no ha logrado plantear alternativas a las políticas del mandatario, que son aplaudidas por multitud de ecuatorianos que se benefician del elevado gasto público y un bono en metálico repartido entre casi dos millones de personas. En cinco años de gestión Correa ha triplicado la inversión per cápita y al menos 1,5 millones de ecuatorianos han salido de la pobreza, según cifras oficiales.
Sus políticas impulsan una fuerte inversión pública como el motor del crecimiento económico, lo que le ha permitido mantener en línea las cifras fiscales y macroeconómicas, mejorando su calificación crediticia.
"Quiero que las obras públicas continúen y Correa necesita otro periodo en la presidencia para culminar eso", dijo Elma Lincango, una enfermera de 36 años. Hasta mis abuelos me han dicho que es el único presidente que ha pensado exclusivamente en el pobre".
Sus rivales lo tachan de "caudillo", intolerante al disenso y dicen que ha socavado la independencia de los poderes legislativo y judicial. En el 2008, suspendió el pago de miles de millones de dólares de la deuda externa ecuatoriana, una medida que enojó a los inversores extranjeros, pero que fue aplaudida por la mayoría de ecuatorianos. Y este año saltó a la primera plana de las noticias internacionales al ofrecer asilo al fundador de Wikileaks, Julian Assange, el hombre que enfureció a Washington con la publicación de miles de cables diplomáticos de Estados Unidos filtrados a su página.
La convención del movimiento Alianza PAIS designó hoy también aspirantes para los cargos de vicepresidente, 143 diputados (entre ellos seis representantes de los emigrantes) y cinco parlamentarios andinos. El partido oficialista aprobó además el plan de gobierno con miras al próximo período, que comenzará el 24 de mayo de 2013.
El programa "incluye tres nuevos retos revolucionarios: revolución del conocimiento, revolución urbana y revolución cultural", publicó esa fuerza política en su página electrónica.
Además de Lasso, otros políticos de oposición que planean candidatearse son el ex presidente Lucio Gutiérrez (derrocado en 2005), el académico y ex ministro de Correa, Alberto Acosta, ahora miembro de la oposición; y el magnate bananero Alvaro Noboa, quien buscaría la presidencia del país por quinta ocasión.
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