Nocao del campeón defensor Ciego de Ávila a Granma con pizarra de diez anotaciones por cero en ocho entradas despejó la incógnita sobre quién sería el octavo clasificado para la segunda ronda del Campeonato Cubano de Béisbol en su versión 52. Los Tigres agarraron el último vagón y conformaron, junto a Pinar del Río, el dueto ganador de las dos papeletas que aún restaban por decidir en la fecha de conclusiones de este primer segmento eliminatorio.
El resultado cayó como balde de agua congelada sobre la afición de Las Tunas, pendiente del desafío, pues mantenían vivas sus aspiraciones de hacer el grado tras superar en horas de la tarde a los Piratas de la Isla de la Juventud con pizarra de 7x5, pero debían aguardar por esfuerzo ajeno con la esperanza de que Granma le aguara la fiesta al conjunto de la piña.
Ante esa disyuntiva, puestos como se dice, contra las cuerdas, los actuales monarcas no tenían otra opción que ganar el pulseo, y desde los primeros compases del choque final allá en el "Mártires de Barbados" no dejaron margen a dudas: irían a la siguiente fase a defender su corona.
Para ello los avileños desataron despiadada ofensiva de 15 indiscutibles frente al pitcheo granmense, liderados por el patrullero central Yoelvis Fiss, autor de doble y cuadrangular en cinco turnos, con cuatro remolques, y Rubén Valdés, de 4-3 y un tenedor de fletadas para el plato.
Del barraje productivo de los Tigres sólo no participó el designado Isaac Martínez, en blanco en sus cuatro comparecencias al cajón de bateo. El resto de la alineación consiguió al menos un indiscutible, tal cual resultó el caso del noveno en el line up, el receptor Rudeldis García.
Esa feroz actuación en el orden ofensivo, sumada al impecable trabajo del supersónico Vladimir García (tres sencillos en ocho completos, con trío de ponches y un solo boleto), fue fórmula más que suficiente para estamparle un sello de garantía al boleto de los muchachos de Roger Machado.
Ya en horas de la tarde, y también por esfuerzo propio, se habían agenciado el séptimo boletín los pativerdes comandados por Giraldo González, autores de otro marcador por diferencia de diez carreras (11x1) frente a Mayabeque, aunque en la norma de nueve entradas.
Los pinareños también se desbordaron madero en mano, con 16 indiscutibles entre los que sumaron siete extrabases, a razón de cinco dobles, un triple de Luis Alberto Valdés y el noveno cuadrangular de Yosvani Peraza. Por su parte el jardinero izquierdo Osniel Madera promedió para 500 en tarde de 4-2, con cuatro empujadas.
Desde el box, destacada faena del derecho Vladimir Baños, quien trabajó ocho completos, toleró una limpia pero recetó nada menos que ocho ponches y se hizo con su séptimo y más importante triunfo de la campaña, el de la clasificación para su equipo.
Así las cosas, Pinar y Ciego terminaron con idéntico balance de 24 éxitos y 21 fracasos, pero aunque los Tigres clasificaron en el último desafío ocuparán un puesto por delante del equipo del extremo occidental, toda vez que favorece a los campeones la subserie particular que ambos sostuvieron a comienzos de enero.
Con anterioridad ya habían garantizado su presencia en la segunda ronda los equipos de Sancti Spíritus (30-14), Cienfuegos (30-15), Industriales (27-18), Matanzas (27-18), Isla de la Juventud (26-19) y Villa Clara (24-20), por ese orden.
Del resto de los compromisos de la tarde, significar la novena victoria sin la sombra de un revés en la temporada para el trinitario Ismel Jiménez, así como el nocao de 11x0 de Industriales a Cienfuegos en siete entradas, tras una angustiosa noche de casi completa vela, pendiente el equipo todo de la intervención quirúrgica a que fue sometido en la madrugada el receptor Adir Ferrán O'Farrill, golpeado por un swing de Stayler Hernández en el quinto episodio. A pesar de la protección del casco, la severa contusión derivó en fractura del hueso parietal derecho, en la caja craneal, y aunque su estado se reporta grave, los galenos aseguran no hay peligro para la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario