En este sentido, el mandatario ecuatoriano sostuvo que dichas violaciones cometidas por el Gobierno estadounidense contra la isla caribeña no se incluyen en los informes de la OEA y no existe ningún capítulo que denuncie el injusto e inhumano cerco norteamericano; hecho que evidencia el dominio de las naciones hegemónicas.
Al respecto, instó a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a reformarse con el fin de acabar con la hegemonía.
“Si no se dan esos cambios, hay un grupo de países dispuestos a adoptar otras decisiones, aquí no vamos a aceptar neocolonialismo ni vasallaje, estamos en la América Latina del siglo XXI, altiva y soberana”, manifestó Correa.
“Está claro para lo que ha servido la OEA, solo a la política exterior de Estados Unidos, no nos engañemos”, recalcó el jefe de Estado latinoamericano.
Así también consideró “irracional y absurdo” el que la sede de la CIDH esté en un país que no ha suscrito ninguno de los instrumentos interamericanos de derechos humanos.
Pese a que existe la posibilidad de que en la actualidad el poderío de los países hegemónicos evite la introducción de cambios en dichos casos, empero, las generaciones venideras se darán cuenta de que hubo gente que denunció esto con fuerza, recalcó.
Correa insistió en que Ecuador y Nuestra América del siglo XXI no tendrán más patrones, no serán el patio trasero de nadie, al mismo tiempo de invitar a todos los Gobiernos latinoamericanos a denunciar con fuerza tantas contradicciones, tanta irracionalidad, tantas barbaridades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario