Uruguay enfrentará a Francia por el cetro en la gran final del Mundial de Fútbol sub-20, Turquía-2013, en partido pactado para el próximo sábado en el estadio Türk Telekom, de Estambul, la capital de la nación que hace de puerta de Europa a Asia y el Medio Oriente.
Los franceses clasificaron por primera vez en la historia a la discusión de un título en esta categoría, tras derrotar 2-1 a Ghana en la primera semifinal, en buena medida gracias a la descomunal actuación de Florian Thauvin, autor de las dos dianas galas del desafío. Con este resultado Les Bleus mejoraron su mejor actuación histórica, un tímido cuarto lugar en el campeonato del orbe de Colombia-2011.
Por su parte, Uruguay agarró el otro boleto in extremis, al vencer en penales (7-6) a Irak, el equipo revelación del torneo, no de gratis apodado por la prensa especializada como el matagigantes, tras haber dejado en el camino a selecciones como Inglaterra, Egipto, Chile, Paraguay y Surcorea.
El duelo de los charrúas ante Irak comenzó con notable paridad, e incluso los pequeños leones de Mesopotamia fueron los encargados de abrir el marcador, por intermedio de Ali Adnan (por mucho el mejor jugador del partido), quien marcó un golazo en el minuto 34, en cobro a balón parado a más de 30 metros.
Luego de esta diana, Irak se replegó y se dedicó exclusivamente a cuidar la ventaja, para lo cual formó una telaraña indescifrable para los atacantes sudamericanos, sobre todo para su mejor delantero, Nicolás López, inmerso en una noche para el olvido.
El tiempo corría y todo continuaba igual, aunque los iraquíes cada vez defendían más cerca de su área. Ese factor motivó al entrenador uruguayo Juan Verzeri a dar entrada al gigante de 1.96 metros Felipe Avenatti, y el movimiento le vino de perlas, porque en el minuto 77, después de enviar un cabezazo al poste, a la salida de un tiro de esquina, Uruguay se inspiró y fue a por todas hasta que logró el empate en las postrimerías del partido, apenas a tres minutos mas el descuento del que pudo ser el pitazo conclusivo.
Pero no fue. Y todo porque Diego Rolán centró al área, Avenatti realizó un excelente pase de cabeza al corazón del área y Gonzalo Bueno disparó de zurda al fondo de las redes, para concretar el 1-1 parcial y devolverle el aliento a los fanáticos de la celeste.
Así concluyeron el tiempo reglamentario y las dos prórrogas de 15 minutos, para dar paso a la veleidosa ronda de los penales, una lotería no apta para cardiacos ni para jugadores de poco temple.
Ambos equipos fallaron sus primeros intentos aunque posteriormente anotaron seis veces de manera consecutiva. Pero en su cobro Saif Salman asumió el rol de villano al errar la oportunidad con un disparo por encima del larguero que dio por concluida la épica actuación de Irak en el torneo, amén de otorgarle el boleto a la final a la escuadra sudamericana, cuya barra estalló en una explosión de júbilo.
Uruguay accedió así por segunda vez en la historia a una final. Anteriormente había disputado la de Malasia-1997, aunque en aquella ocasión cayó por el título ante la Argentina de Juan Román Riquelme y Pablo Aimar.
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