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domingo, 13 de octubre de 2013

¿Inexplicable la demora en difundir pesquisa sobre muerte de Arafat?

La dilación en exponer las causas reales de la muerte del líder palestino Yasser Arafat no son consecuencia de presiones locales o internacionales, afirma una declaración circulada hoy en Ramallah, ciudad palestina situada en Cisjordania, a 15 km al noroeste de Jerusalén.
Sin embargo, no pocos coinciden en apuntar al gobierno de Estados Unidos como autor de alegadas presiones para tratar de salvar, pese al escaso avance de las anteriores y perspectivas de futuro por la soberbia de Tel Aviv, un eventual reinicio en Jerusalen, y sin condicionamientos previos, de las negociaciones entre Israel y Palestina, paralizadas en 2010 después de que las autoridades judías se negaran a aceptar una moratoria a la construcción de asentamientos ilegales.

Washington conoce de sobra que, de salir a la luz ahora los resultados concluyentes de la investigación sobre las causas de la muerte del líder palestino, estallará una nueva ola de respuestas de imprevisible alcance contra un Israel cuyo primer ministro declaró a rajatabla hace una semana exacta que los palestinos deben "reconocer a Israel como Estado del pueblo judío" para alcanzar una "paz real" con Palestina.
Según la declaración difundida por Tawfiq al Tirawi, presidente del comité encargado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de supervisar la exhumación de los restos y el proceso de investigación, los resultados de los análisis de laboratorio aún no han sido entregados, pese a haber transcurrido ya un mes desde la fecha supuestamente límite para la satisfacción de ese trámite legal.   
Las conclusiones de las pesquisas debieron ser entregados el pasado 15 de septiembre, casi un año después de la exhumación de los restos solicitada por su viuda, Souha Arafat, y autorizada por la ANP para que un comité de expertos de Francia, Suiza y Rusia tomara muestras.
La investigación trata de determinar la veracidad de alegaciones de medios de prensa y científicos según las cuales la autopsia de Arafat arrojó niveles desmesurados de Polonio 210, una sustancia radiactiva letal, al igual que en su ropa y objetos personales.
En su última edición la revista científica británica The Lancet afirmó que los técnicos han corroborado las alegaciones.
A fines de 2004 Arafat fue trasladado a un hospital militar de las afueras de París  aquejado de una misteriosa enfermedad, después de varios meses sitiado por las tropas israelíes en la Muqata, la sede del Gobierno palestino en Ramallah, sometida a frecuentes bombardeos.
Las autoridades israelíes han refutado las acusaciones sobre su implicación en la muerte del líder palestino, al que trataron sin éxito de asesinar en decenas de ocasiones.
Pero medios palestinos e internacionales se muestran incrédulos ya que el Polonio 210 no es un producto que se adquiera en los comercios públicos e Israel posee capacidad para fabricarlo.

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