Antonio Muñoz celebra su 65 cumpleaños rodeado de amigos. /Foto: Cedeño |
Apenas comenzaba el día y ya era un bullicio la casa del otrora inicialista de los equipos Cienfuegos y Cuba. Primero llegaron los inseparables: Pedro José Rodríguez (Cheíto), Reemberto Rossell, Liván Angarica; también asistieron vecinos, conocidos, transeúntes casuales… Y es que el onomástico de un hombre de su talla no podía pasarse por alto, por eso tampoco faltaron las principales autoridades del Partido y el Gobierno en el territorio a nombre de los sureños todos.
“Me siento fuerte, alegre; será por este blanco, azul y rojo que inspira a seguir siendo patriota, comentaba Muñoz mientras señalaba su abrigo. Quiero agradecer con una sinceridad enorme al pueblo cienfueguero, y también al cubano, por el cariño y calor hacia mi persona. Siempre lo he dicho: mi mayor record es el pueblo cubano, a él me debo.
“Eternamente seré el número 5, asegura. Algunos atletas lo llevan y para mí es un orgullo, porque es un símbolo y ha viajado por el mundo con Antonio Muñoz. Hice mi carrera deportiva con esfuerzo y sacrificio, pero sin el pueblo ¿qué tiene Antonio Muñoz? Nada.
“No puede pasar por alto que a esta hora estaría saliendo para el aeropuerto (invitado al Juego de las Estrellas Cubanas de Béisbol, por celebrarse el próximo sábado 18 en el estadio Bucky Dent, en la ciudad de Hialeah, Miami); pero el momento no es el mejor.
“Un amigo de años me invitó a los Estados Unidos y le dije que sí. Iba de visita. Pero un señor llamó (a su casa) haciéndose pasar por amigo de Muñoz y quiero que conozcan su nombre, Alberto Águila, (ex) narrador deportivo de Sancti Spíritus y lo echó todo a perder.
“Águila usó a mi esposa y a una sobrina, porque fueron ellas quienes le dijeron del viaje. Ahí comenzó el comentario. Como él era de Caracusey y yo tuve una esposa allá, dijo me llevaría para su casa y mi mujer le confirmó. Y no publicó nada de lo que dijo mi esposa, solo lo que ellos quisieron.
“Incluso, el día 14 me di la quimioterapia, gracias a la medicina cubana, así que no tengo que ir a darme quimioterapia a ningún lugar. Aquí siempre me han tenido a la altura que merezca. Por eso decidí que el viaje será en otro momento y no ahora, porque a Muñoz y al deporte revolucionario que defiende, solo lo hemos usado para divertir a quienes estén de acuerdo con la Revolución”.
Muñoz fue el primer pelotero cubano en llegar a la cifra de 300 cuadrangulares, promedió .302 de por vida e impulsó 1407 carreras durante 24 temporadas en los clásicos nacionales. Disfruta de una familia grande, con siete hijos y seis nietos, “más grande que mi número”, señala; pero ambiciona otro detalle para la posteridad:
“Quisiera que el día que muera, al enterrarme, me siembren encima una mata de majagua. Ese es el verso… Pero no va a ser por ahora”. (reblogueado desde El Elefante Verde)
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