Enrique Ojito
Según Michelle Álvarez, vocera de la fiscalía federal en Miami, citada por AP, Fernando Gónzález Llort, uno de los Cinco antiterroristas cubanos salió este jueves de la prisión federal de Safford, Arizona, en Estados Unidos, y fue enviado a un centro penitenciario aún no precisado para luego ser deportado a Cuba.
Hasta ayer Fernando González parecía no inmutarse ante la cuenta regresiva del final de su condena que le llevaban otros reos: “Oye, Cuba, te queda un solo día”. Y comenzó a creerlo; a partir de ahí quizás empezó a contar sus últimas 24 horas en la prisión federal de Safford, Arizona, Estados Unidos. Porque, librémonos de la otra miopía: los verdaderos héroes, los que no se fabrican con fugaces spots publicitarios, revientan los mármoles y respiran el aire y el polvo de los de abajo.
“Quisiera recibir a mi hijo en la puerta de la cárcel”, me había confesado su mamá Magali Llort meses atrás; pero la burocracia y los caprichos legales, que solo los entienden quienes los inventan, no permitieron que esta madre le arrancara ese deseo a la Justicia estadounidense.
Este jueves, su hijo Fernando, en lugar de poner sus pies en la escalerilla del avión que lo regresara a su Cuba, debió entrar a otra celda y a otra cárcel, esta vez de las llamadas de Inmigración, donde aguardará por la firma definitiva que le abrirá el camino de la deportación hacia Cuba.
Su abogado defensor Richard Klugh, citado en un comunicado del Comité Nacional para la Libertad de los Cinco radicado en Estados Unidos, adelantó que con miras a facilitar su pronto regreso el también Héroe de la República de Cuba ha desistido de continuar siendo parte del proceso de apelación extraordinaria, denominado Hábeas Corpus, promovido, igualmente, por sus otros tres hermanos que permanecen en prisión: Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.
Fernando González no impugnará su deportación a la isla. El letrado aseguró que su defendido posee todos los trámites en orden. “Hay negociaciones con las autoridades pertinentes para lograr su inmediato regreso a Cuba y a su maravillosa familia”, añadió Klugh.
¿Será mañana, la próxima semana…? ¿Quién sabe si algún clarividente pudiera adivinarlo? Mas, sugiero enterrar los sortilegios; estos 15 años, cinco meses y 15 días de encierro en prisiones federales de la Florida, Wisconsin, Indiana y Arizona me han vuelto más terrenal, y confirmado que la libertad sí tiene dueño, a despecho de lo que cree el poeta.
¿Fernando, quien debió cumplir hasta el último segundo su condena de 17 años y nueve meses de privación de libertad, pudo anoche conciliar el sueño? Quizás algún día relate las últimas 24 horas en la cárcel de Arizona; ojalá, en ese momento, solo nos separe una grabadora de por medio. Por si acaso, ya alisto mi cuestionario. (Tomado de CubaSí)
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