En México se preparan para decirle adiós este lunes a Gabriel García Márquez, pero no será el último, porque en Latinoamérica y allende los mares la gente recordará y leerá por siempre al "Gabo".
Las cenizas del laureado escritor colombiano, fallecido en la Ciudad de México el pasado jueves, arribarán mañana al Palacio de Bellas Artes para que el público rinda homenaje al autor de Cien años de soledad, anunciaron hoy fuentes oficiales.
La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García, confirmó que el tributo luctuoso comenzará a las 16:00, hora local, y se prolongará hasta que salga el último visitante interesado en honrar al Premio Nobel de Literatura 1982.
Precisó que el acto estaba previsto para durar unas tres horas, pero los familiares del autor de El amor en los tiempos del cólera están dispuestos a que todos aquellos que lo deseen le expresen su respeto.
Como parte de la jornada están previstos sendos discursos de los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Colombia, Juan Manuel Santos, quienes además rendirán guardia de honor a una de las voces literarias más importantes de Hispanoamérica.
El homenaje se llevará a cabo en la explanada del vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, donde ondearán las banderas de México y Colombia y habrá flores amarillas, las preferidas del Gabo, fallecido en la Ciudad de México el pasado jueves.
De acuerdo con la funcionaria, también estará presente un cuarteto de cuerdas que interpretará la música favorita del creador: piezas del compositor húngaro Béla Bartók que se unirán a los ritmos del vallenato.
La víspera el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México informó que los restos del autor de El coronel no tiene quien le escriba fueron incinerados en privado a petición de la familia.
Hasta el momento se desconoce el destino final de las cenizas, aunque el embajador de Colombia en México, José Gabriel Ortiz, indicó que estas podrían repartirse entre los dos países.
García Márquez había celebrado sus 87 años de edad el 6 de marzo pasado en el Distrito Federal, donde vivía la mayor parte del tiempo desde que estableció su residencia a principios de los años 60.
Entretanto, desde Colombia se anunció que el martes se prevé una misa en la Catedral Primada de Bogotá y el miércoles los colombianos planean una masiva lectura colectiva de El coronel no tiene quien le escriba.
Es un simple adiós; al "Gabo" muchos más lo seguirán leyendo y reviviendo en cada una de sus lecturas.
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