Jean-Guy Allard
Para el director de la USAID, Rajiv Shah, el Zunzuneo –Twitter montado inútilmente contra Cuba– nunca tuvo como propósito derrumbar al gobierno revolucionario cubano. ¿Sacaría el mismo cuento su sustituto y encargado para América Latina, Mark B. Feierstein, un connotado agente CIA involucrado en cada complot de desestabilización en el continente desde la guerra sucia contra Nicaragua?
Feierstein, actuó de oficial de la inteligencia estadounidense y jefe de proyectos en la guerra sucia de Estados Unidos contra el Gobierno sandinista nicaragüense en la década de los años 80. No ha dejado desde entonces de recorrer América Latina, bajo múltiples coberturas, para meterse en cada plan de desestabilización montado por EEUU contra la soberanía de los pueblos del continente.
El rol desempeñado por Feierstein en Nicaragua fue como “Gerente de Proyecto” en la operación encubierta realizada por el Instituto Republicano Internacional (International Republican Institute - IRI), conocida fachada de la Agencia Central de Inteligencia.
Feierstein se vinculó ahí a las acciones contra los sandinistas en la farsa electoral de febrero de 1990, que le dió el triunfo a la derecha nicaragüense, encabezada por Violeta Chamorro.
En su largo recorrido de agente, el brazo derecho de Rajiv Shah trabajó en el Departamento de Estado como asistente especial del embajador de EEUU ante la Organización de Estados Americanos (OEA), el antro de las maquinaciones del Departamento de Estado.
Más sustancioso aún, fue también director para América Latina y el Caribe en el infame Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI), y dirigió la supervisión de los programas para “fortalecer las instituciones democráticas” en los países en desarrollo.
Feierstein se desempeñó como director de la injerencista “Oficina de Elecciones globales” de USAID antes de pasar a director y vicepresidente de la firma encuestadora Greenberg Quinlan Rosner Internacional, tapadera elegante bajo la cual superervisaba encuestas de opinión “en más de 30 países”.
En el 2002, con esta tarjeta de presentación, actuó de estratega en la campaña electoral del ex presidente boliviano Gonzalo “Goni” Sánchez de Lozada y su Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). “Goni” fue quien ordenó la masacre sangrienta que causó la muerte de 67 personas, y heridas a unas 400, casi todas civiles, durante la denominada ‘Guerra del gas’, en octubre de 2003.
Criatura del Partido Demócrata, el NDI, es el equivalente de la National Endowment for Democracy (NED), y comparte sus caractéristicas en relación con la maquinaría norteamericana de inteligencia e ingerencia. Las actividades de la USAID se mantienen en coordinación estrecha con esta otra entidad fachada de los servicios de espionaje estadounidenses.
Como lo recordaba recientemente el analista francés Thierry Meyssan, desde hace 30 años, la NED se encarga de la parte legal de las operaciones ilegales de la CIA. “Sin despertar sospechas, ha venido creando una extensa red mundial de corrupción, comprando sindicatos –tanto obreros como patronales– así como partidos políticos de izquierda y de derecha para que defiendan los intereses de Estados Unidos en vez de los intereses de sus propios miembros”.
Y la USAID está en el medio de esa telaraña pestilente.
Para colmo, este manipulador de alto redimiento ha trabajado como “periodista” en los Estados Unidos y en México, y ha publicado artículos sobre temas internacionales en periódicos y revistas importantes. Así lo quiso la Compañía.
Paradójicamente, Feierstein no tiene el mismo discurso que su jefe cuando se trata de confesar la descarada injerencia de la USAID en el continente.
Cuba y Venezuela “son dos de los países en los que seguimos dando un aporte muy importante a grupos cívicos, que están luchando por los derechos humanos y por la democracia”, dijo en conferencia de prensa.
Según la retórica del Departamento de Estado, luchan “por los derechos humanos y por la democracia” cualquier individuo, grupo o grupúsculo que se dedica a buscar el derrumbamiento de un gobierno progresista u hostil a Estados Unidos y a su poder imperial.
La abogada e investigadora Eva Golinger, revelaba hace unos meses la existencia de un documento interno de tres organizaciones de Colombia y Estados Unidos que evidencia un plan macabro contra el Estado venezolano para provocar violencia —incluso muertos— con la intención de justificar una intervención internacional.
El texto fechado del 13 de junio de 2013, circuló durante una reunión entre dirigentes de la oposición venezolana, como María Corina Machado, Julio Borges y Ramón Guillermo Avelado, el experto en guerra psicológica, JJ Rendón… y el encargado de la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID) para América Latina, Mark Feierstein.
La similaridad entre JJ Rendón y Mark Feierstein no es solo fruto de la casualidad.
Que sea en Honduras, en Bolivia o en Paraguay, los empleados de Khan y Feierstein han enseñado su “mano peluda” acompañando a los golpistas de la Embajada de la misma forma que se involucran en los procesos electorales que constantemente intentan distorsionar.
(Antes de seguir frente al Congreso con sus cuentos somníferos acerca de la virginidad de su monstruo, Rajiv Shah pudiera releer el capítulo de la historia donde se narra el caso de Dan Anthony Mitrione. Instructor norteamericano en técnicas de tortura, Mitrione se apareció en Uruguay con credencial de la USAID, a finales de los 70, para adiestrar a represores, en un programa secreto de destrucción de las fuerzas de izquierda en toda América Latina)
CORRUPCION: EL INSPECTOR GENERAL ATRAS DE LA USAID
Entre los directivos de la USAID que rodean a Rajiv Shah, se encuentran varios otros energúmenos de procedencia elocuente. Ellos sí reconocen que, a través de la USAID, Washington entrega fondos a sectores de su interés no solo en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, sino en el mundo entero.
Uno de estos personajes es Donald Steinberg, otro subdirector de la agencia, quien durante sus 30 años de servicio en el Gobierno federal, fue entre otras cosas director de Asuntos Africanos en nada menos que en el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos y estuvo a cargo de la representación diplomática de Washington en Sudáfrica antes del fin del régimen del apartheid.
En noviembre pasado, el Inspector General alertó al Departamento de Justicia acerca de posibles actos de corrupción en la USAID –lo que no sorprendió a nadie tratándose de una agencia que dispara millonarios contratos en cada región del planeta.
Se acusó luego a Steinberg en una audiencia del Congreso, de haber intentado intimidar al Inspector General e interferir en su trabajo.
Documentos publicados por el Comité de Vigilancia demostraron que el propio Rajiv Shah, el tan inocente director de USAID, había pedido a Steinberg realizar tales intervenciones altamente ilegales que demuestran hasta qué punto la USAID teme a las rendiciones de cuentas.
Pero en los laberintos del poder donde la CIA siempre termina por imponer su voluntad, uno se sale con la suya si tiene la protección de la mafia subterránea que de verdad maneja el business.
En noviembre último, Lisa Gomer, quien había renunciado al cargo de consejera general de la USAID a principios de 2013 en medio de una investigación del Departamento de Justicia sobre un jugoso contrato que atribuyó a un colega recientemente jubilado, no solo se salvó, sino que fue "premiada" con el nombramiento de directora de operaciones en el Banco Mundial .
EEUU invierte mil millones de dólares anualmente en las operaciones “humanitarias” en Latinoamérica y el Caribe de su llamada Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), precisaba Feierstein en conferencia de prensa. Es mucho, muchísimo dinero. El que quiera entender que entienda.
Mientras entretiene al Congreso con su cara de virgen ofendida y sus “no sé”, Rajiv Shah sabe muy bien cuántos “zunzuneos” tiene en sus gavetas, cuántas conspiraciones para intentar sofocar los sueños de la nueva América.
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