Nadie se asombre..., aunque a estas alturas creo ya sean pocos los que no se den cuenta de quién es quién aunque lleve careta de buen samaritano y ostente un inmerecido Nobel de la Paz, para descrédito de quienes lo otorgaron a Obama.
Pese a la ola mundial de críticas por los ataques indiscriminados contra Gaza, la retirada de un sinnúmero de embajadores de Tel Aviv y la censura de sectores de todas las denominaciones y tendencias, el país que se dice paladín de los derechos humanos, cuyas autoridades han dictado un paquete de sanciones contra Rusia acusándola sin pruebas del derribo de un avión civil de pasajeros, que aúpa al gobierno pronazi de Ucrania, que no le tiembra la mano para incluir a gobiernos no afines en listas de países promotores del terrorismo -Cuba entre ellos-, y también ordena la suspensión de visas a diplomáticos venezolanos bajo el pretexto de que Caracas viola la Carta de las Naciones, envía sin mucho recato, a la vista de todos y sin que le importen un comino ni la credibilidad ni los muertos inocentes, munición adicional a Israel por petición del Gobierno de Benjamin Netanyaju.
Aunque el clamor mundial es que cese la indiscriminada ofensiva militar contra Gaza, y a pesar de las peticiones de al menos un alto al fuego en el desigual conflicto que ya ha provocado miles de víctimas entre muertos y heridos, Washington ha reconocido a través de un comunicado del portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, las informaciones sobre el envío de más pertrechos a Israel desde el gobierno real de los Estados Unidos, léase la cúpula del Complejo Militar Industrial.
"El Departamento de Defensa recibió un carta el 20 de julio pidiendo una venta normal de munición al extranjero. La petición fue tramitada por los canales normales y fue aceptada el 23 de julio", explicó Kirby, así, como si nada pasara allá en aquel sitio al otro lado del mundo, como si se tratara de una operación bursátil de rutina por un intercambio de peras o melocotones.
En vano intento por barnizar lo que no admite tintes, porque la sangre inocente mana abundante y mancha, un despacho de la agencia española EFE apunta que "la venta de munición está establecida para casos de emergencia en el llamado Inventario de Reservas de Munición de Guerra de Israel, por valor de más de mil millones de dólares y que permite a los israelíes disponer de munición de manera urgente".
Si de verdad fuera consecuente con lo que aparenta, a Washington debía interesarle el asunto, incluso si la desfachatada venta apareciera recogida en la mismísima letra sagrada del Torah. Pero ni modo, a los halcones les interesa vender, y si es para respaldar al incondicional gendarme en el Medio Oriente, más rápido y expedito aún.
Entre la diversa munición provista se encuentra la necesaria para lanzagranadas y piezas de mortero de 120 milímetros, esa misma artillería que este miércoles provocó la muerte de hasta 19 personas en una escuela-refugio de Naciones Unidas en Gaza y de otras 17 en un concurrido mercado en su hora de mayor afluencia.
En el colmo de la desfachatez y la doble moral, el Nobel indigno pide de una parte un alto el fuego humanitario inmediato y sin condiciones en Gaza, y con su otra cara, la más perversa, asiente a la petición de ayuda militar al autor del genocidio en la estrecha franja donde viven confinados millones de seres.
Esta semana, la más sangrienta desde el inicio de la ofensiva israelí a principios de julio, el Congreso está debatiendo una ayuda de emergencia para mantener la operatividad y los inventarios de misiles del sistema Iron Dome, que ha permitido que en esta crisis solo hayan muerto tres civiles judíos por los cohetes lanzados por Hamás. Parece importar poco que del otro bando las víctimas mortales ya superen la cifra de mil 300, un buen número de ellos niños, mujeres y ancianos.
Y aunque la alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, ha dicho que en mientras se han gastado mil millones para dar protección a los civiles de Israel contra los cohetes que les lanza la resistencia palestina que defiende su territorio de la ocupación militar, la gente común y corriente de la franja de Gaza está prácticamente inerme, el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció con total impunidad este jueves que su país no detendrá la agresión contra la Franja de Gaza, en tanto anunció la movilización de otros 16 mil reservistas.
Cosas de este mundo, en el que mucha gente ciega, incapaz de ver dos palmos más allá de sus narices, se deja embaucar por las sartas de mentiras que hilvana la mass media acomodada a los intereses del que pone la plata. Así de patas arriba van las cosas en nuestro planeta.
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