Más modernos, pero Lada x Lada = Lada (+ Vídeo y Fotos)

El famoso fabricante de automóviles ruso Lada, viejo conocido en Cuba donde el parque automotor rodante tiene un fuerte componente de esa marca y también de la desaparecida Moskvitch (en ruso: Москвич, cerrada por quiebra económica desde el año 2002), continúa su proyecto de reinvención de la imagen de la entidad con el estreno mundial de nuevos y funcionales vehículos de agradables formas, aunque partes y accesorios mecánicos varíen poco o apenas nada de uno a otro modelo, ¡para suerte nuestra!




El pasado miércoles, la compañía fundada en 1966 en la localidad de Togliatti, centro industrial y administrativo de la región del Volga Central, presentó en el Salón Internacional de Automóviles Moscú 2014 el concepto de su nuevo sedán Lada Vesta y el del SUV compacto X-Ray, modelos de los que veremos acá alguno que otro tal vez con chapa diplomática, habida cuenta hace ya algunos años el país sólo importa el parque necesario para cubrir la demanda por concepto de renta en los polos turísticos, y lo hace no ya desde el mercado del antiguo socio del extinto CAME, sino de Europa y Asia, de esta última área en especial de China, aunque la reciente visita del presidente Vladimir Putin a Cuba para el relanzamiento de las relaciones bilaterales abre un esperanzador signo de interrogación.
Comoquiera que sea, la noticia de que el consorcio Lada goza de buena salud suena agradable al oído de los "cacharreros" en la Mayor de las Antillas. Y todo porque a través de nuestras terminales aéreas entran en las valijas de nacionales de la patria de Lenin asentados en la Isla por razones sentimentales -o descendientes suyos-, kits de reparación para los socorridos motores de fabricación rusa, partes que lo mismo van a parar como recambio al corazón de viejos autos de la era soviética o incluso como adaptaciones que permiten la sobrevida de los arcaicos "almendrones", estadounidenses o de cualquier otra parte, porque en eso de inventar los cubanos hasta creamos una organización donde agruparlos a todos, aupados por aquella incitación guevariana: "obrero, construye tu máquinaria". Tiempo al tiempo y no os asombreis de nada, que ya aparecerán innovaciones a las 'maneras' de cómo continuar introduciéndolos a partir del lunes 1 de septiembre.
Siempre habrá quienes 'sueñen' con poner sus asentaderas detrás del timón de un Nissan, Opel, Peugeot o de los más compactos autos coreanos de segunda mano, por supuesto, porque nuevo y fragante, ni pensarlo, habida cuenta los astronómicos precios necesarios sortear para encumbrar la cara aspiración.
Mientras tanto, me atrevo a apostar que son mayoría, entre los poseedores de cuatro ruedas para escapar a los vaivenes del depauperado transporte urbano nacional, los sensatos que defienden a capa y espada su dependencia del viejo equipamiento rodante que durante años entró al país 'a lomos' de navieras con bandera de la hoz y el martillo basificadas en puertos allende los mediáticos 9 550 kilómetros que popularizó un programa de la TV cubana de los '80 como distancia entre la cálida Habana y la gélida Moscú.
Sí, porque aunque ahora cueste un poco más de trabajo (digo, de dinero) hacerse con una pieza para el viejo trasto familiar, siempre pervivirá aquella extendida y gastada frase -casi sinónimo de confianza- de que en Cuba usted da una patada en la tierra y encuentra más fácil un accesorio de Lada que un boniato.

Ladas y 'almendrones' de mitad del pasado siglo campean por sus respetos en las calles y carreteras cubanas.

Poco a poco el consorcio Lada ha ido modernizando sus líneas. Aquí el modelo 2110, de 2005, durante una muestra automotriz en Génova.

Lada Vesta, uno de los vahículos que tuvo su estreno mundial este miércoles.

Este es el modelo SUV compacto X-Ray, también de estreno 2014.

Tamboras y otros componentes mecánicos del motor, aunque modernizados, son prácticamente los mismos de los viejos modelos que ruedan en Cuba.