La Habana, bullanguera, siempre trepidante. |
Con la tradicional ceremonia de recordación y las tres vueltas a la ceiba a la entrada de El Templete, sitio fundacional de la antigua villa de San Cristóbal de La Habana, fue celebrado esta madrugada el 495 cumpleaños de la capital de Cuba.
El árbol, tataranieto del que cobijó a los colonizadores españoles en la primera misa y constitución de la naciente urbe el 16 de noviembre de 1519, acogió a cientos de personas que tocaron su tronco para formular peticiones de prosperidad y felicidad para el año que vendrá.
Estoy feliz que celebremos el aniversario 495 de la vieja Habana y no el 500, porque eso nos da margen para trabajar duro estos cinco años que restan en arrebatarle terreno a la desidia y la destrucción, comentó unos días antes a la prensa Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad.
También mostró resultados de la labor realizada en el período 2013-2014, que incluye la reparación y puesta en funcionamiento de unos 20 inmuebles, entre ellos edificios familiares, negocios y almacenes que redefinieron su propósito y ahora reciben a miles de visitantes al mes.
La celebración es justa pero no hay descanso para la guerrilla que encabeza Leal, integrada por promotores culturales, proyectistas, ingenieros, arqueólogos, restauradores y constructores que ahora mismo trabajan para completar obras en la Avenida del Puerto.
Para 2015 se prevé la terminación de un separador que comenzará en la Plaza de San Francisco -la cual recuperará el terreno que una vez tuvo- y llegará a orillas de la Bahía, para dar un espacio protagónico al transeúnte y promover así el acercamiento que una vez tuvo el habanero con el mar.
Además se acoplará un espigón flotante de 150 metros, paralelo a la Alameda de Paula, que recibe en estos momentos una restauración total de sus elementos constructivos, entre ellos el piso, construido con roca que contiene una gran cantidad de fósiles marinos y del que se ha tratado de preservar la mayor cantidad posible.
Lo que hemos obtenido hoy en el Centro Histórico de La Habana era impensable más de 20 años atrás, creo que uno de los logros más importantes ha sido a nivel de conciencia, de pensamiento restaurador, de sentido de pertenencia, aseguró Leal.
En la tierra que hoy se encuentra bajo el Palacio de los Capitanes Generales yacen muchos de los padres fundadores de esta ciudad, y mientras ellos se han convertido en polvo, no permitiremos que la urbe que ellos ayudaron a crear corra la misma suerte, enfatizó Eusebio.
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