Regino Rodríguez le entrega a Raulito, acompañado de su papá Raúl, el termo obsequiado por Fidel |
Raúl Enrique Álvarez Torres, un adolescente lajero que comparte sus jornadas entre los estudios de secundaria básica y la crianza de chivos, pasión de su vida, como confiesa, recibió por estos días la más grata sorpresa en sus escasos trece años: enterado del interés del pequeño por la producción ovina, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, le envió como obsequio un termo de inseminación artificial con 60 dosis de semen caprino de alto valor genético para mejorar el rebaño.
La buena nueva dejó pasmado a Raulito, quien a poco de retomar a sus rutinas diarias en la finca del barrio El Tejar, luego de haber participado con los suyos en un
intercambio de experiencias sobre agricultura familiar celebrado en la capital del país, se encontró una mañana que en el matutino de su escuela, la ESBU Ramón Balboa, estaba presente un hombre bien conocido por él, Regino Rodríguez, el mejor productor de leche de cabras de Cuba.
Y allí, a la vista de sus compañeritos de aula, de su papá y su mamá, el mismísimo Regino le entregó el especial envío del Comandante en Jefe, un recipiente refrigerado y su valioso contenido: las referidas pastillas de esperma congelado de sementales de cabra alpina, raza de mediano porte, rústica y de gran adaptabilidad al pastoreo, la estabulación o incluso a la vida en montaña, pero sobre todo sobresaliente por su gran potencial lechero.
“Yo creo que Raulito debe continuar estudiando, esforzarse, y cuando haga un técnico medio o se convierta en un buen profesional, los resultados de él en la finca se van a ver más seguros, porque quien no aplique la ciencia y la técnica no saldrá nunca adelante”, asegura el destacado productor.
Mientras, el inquieto Raúl, mas dado a la acción con sus pequeñas manos de ordeñar que a la palabra, confiesa emocionado hasta las lágrimas el orgullo y el honor que sintió al recibir este regalo de Fidel, y con el cual, dice, mejorará genéticamente su rebaño actual de 90 animales, más de la mitad hembras productoras de leche a las cuales atiende levantándose puntual cada día a las cinco y media de la mañana a exprimir generosas ubres.
Sólo así se explica que al cierre del primer semestre de este año el acopio de leche de cabra rondara ya los 2 mil 110 litros, poco menos que el total que produjeron en 2011, primer año de la experiencia.
Al decir de Regino, el trabajo logrado por la familia Álvarez-Torres es digno de encomio por su alcance y significación, en especial al resultar del fomento de un convenio de entrega de una caballería de tierras en usufructo para la cría de ganado mayor, extendido a dos más habida cuenta el interés de aumentar el número de ejemplares a 150 cabezas, al amparo de un proyecto nacional sobre la aplicación de tecnologías que contribuyan al incremento de los volúmenes de leche caprina y desarrollo de producciones secundarias en la cadena agroindustrial, estudio que auspicia el Centro de Investigaciones para el Mejoramiento Animal de la Ganadería Tropical (CIMAGT).
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