Discurso pronunciado por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, durante la ceremonia de inauguración de la XIII Cumbre del ALBA-TCP, en el Palacio de la Revolución, en La Habana, 14 de diciembre de 2014, “Año 56 de la Revolución”.
Muy buenos días.
Queridos compañeras, compañeros, presidentes, primeros ministros de los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América;
Vicepresidentes, compañeros cancilleres; Presidente de El Salvador, especialmente invitado a esta mesa de trabajo; Secretario general Bernardo Álvarez, secretario del SUCRE;
Queridos compañeros;
Compañero Raúl Castro Ruz y todos los integrantes del Gobierno Revolucionario de Cuba, de sus instituciones;
Vicepresidente:
Quiero, en esta mañana del domingo 14 de abril, empezar nuestro mensaje de saludo y compromiso enviándole un abrazo enorme al Comandante Fidel Castro Ruz, quien hace 20 años recibió con sus brazos de gigante latinoamericano a nuestro Comandante Hugo Chávez (Aplausos).
Ayer cuando llegamos en la noche, nos llenamos de una gran emoción porque recordamos aquel viaje que nuestro Comandante hizo, valiente viaje, corajudo viaje, por allá en el año 1994, en pleno período especial; todavía se levantaba el polvo de la caída del muro de Berlín y muchos cedían al chantaje de no venir a Cuba, y allá vino nuestro Comandante, apenas había salido de la cárcel, y esa foto de ese abrazo llenó de gran fuerza a nuestro pueblo, ya nuestro pueblo estaba tomando el camino de la Revolución, ya habíamos vivido el 27 y 28 de febrero de 1989, el despertar de un pueblo que había estado dormido durante casi siglo y medio; ya habíamos vivido el 4 de Febrero de 1992 y el surgimiento del ejército de Bolívar con su bandera, y al frente, ese hombre sincero, sencillo, humilde, entregado a la causa popular que luego conoceríamos, el Comandante Hugo Chávez. Veinte años de aquel encuentro y nos sentimos orgullosos de ser hijos y herederos de esas causas tan nobles fundadas por nuestro Comandante.
Igualmente hay que ver los caminos que se anduvieron. En 1994 en Miami se estaba dando, precisamente, uno de los primeros encuentros para el ALCA. La lucha contra el ALCA apenas se visualizaba en las calles de nuestros pueblos, de nuestros países; algunos movimientos sindicales por allá, en el Chapare, en Quito, recorrían las calles de América Latina y el Caribe en la lucha contra el ALCA. ¡NO al ALCA!, era la consigna; movimientos de resistencia muy reprimidos, muy perseguidos que apenas levantaban la bandera, y en ese marco se dio ese encuentro histórico hace 20 años. Y si uno recuerda, revisa en los documentos que se han sacado a propósito de ese encuentro, realmente son palabras de profetas las pronunciadas por nuestros queridos Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, visualizando la lucha, articulando la lucha, en medio de dificultades, cuando siempre es más complejo asumir el sueño futuro, la fe en el futuro como compromiso.
Diez años después, ya habiendo sido electo el Comandante Hugo Chávez como Presidente, habiendo pasado por dos golpes de Estado, se hizo el 15 de agosto del año 2004 —el segundo Referendo se hizo en Bolivia—, ya Presidente fortalecido por las luchas de nuestros pueblos, Fidel y Chávez dieron un paso para proponer la construcción de una Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América, y recogiendo la crítica al neoliberalismo dijeron e hicieron lo que había que hacer: poner lo social por encima del discurso económico tecnocrático del neoliberalismo, de las trampas del discurso único, del pensamiento único; de las trampas de los modelos tecnocráticos que se cuelan por los caminos y se imponen desde los intereses de los poderosos en el mundo, y así se hizo, se inició un camino.
La fundación de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América inició un camino, de manera modesta, y en ese camino se puso todo lo que tenía Cuba, su amor, su solidaridad; todo lo que tenía Venezuela, su amor y su solidaridad.
Nosotros estamos, como pueblo venezolano, muy agradecidos por todo lo que el ALBA le ha dado a nuestro pueblo. Por primera vez se inició el camino de un organismo de integración que no prometía bajar aranceles o subir aranceles entre nuestras burguesías comerciales, sino que más bien se comprometía a subir la educación, a enseñar a leer y a escribir al que nunca había aprendido a hacerlo, a llevar salud al humilde, a llevar la alimentación como un derecho, y así ha sido.
Nosotros, desde Venezuela, tenemos que decirle al ALBA, a nuestros pueblos y al pueblo cubano: ¡Gracias por tanta solidaridad, tanto apoyo, tanto amor compartido!
Hoy Venezuela es territorio libre de analfabetismo gracias al ALBA. Hoy Venezuela construye un sistema de seguridad social y de salud que cada vez se profundiza y avanza más gracias al ALBA. Hoy Venezuela tiene las cifras y estadísticas récords en cuanto a alimentación y eliminación de la desnutrición gracias al ALBA, y juntos fuimos haciendo este camino; juntos, en base a la solidaridad.
Del ALBA nació PetroCaribe como proyecto energético y ahora económico. Y tengo que decirlo aquí, queridos hermanos, que PetroCaribe lo que tiene que hacerse en esta etapa que se abre es consolidarlo, fortalecerlo, ampliarlo, desplegarlo con más fuerza aún y convertirlo de un acuerdo energético solidario en un gran acuerdo económico productivo, que integre una gran zona.
Del ALBA nació la Misión Milagro. Como decía el presidente Raúl Castro Ruz, solamente la Misión Milagro hubiera justificado la existencia de esta niña que hoy cumple 10 años. La Misión Milagro ha atendido hasta el día de hoy a 3 482 361 seres humanos de los últimos rincones de los campos, de los barrios, de las favelas de nuestra América, y la meta es que en agosto de este año tenemos que llegar a 6 millones de operados y recuperados de su vista, y debe desplegarse la Misión Milagro al resto de esta década para romper esos récords. Es el compromiso que nosotros venimos a asumir y a proponer que asumamos.
Yo, presidente Raúl, entre las decisiones me atrevo a proponer en Caracas, en enero, un encuentro especial de la Misión Milagro para planificar el trabajo en función de la meta de los 6 millones de operados y las metas futuras de esa poderosa misión de salud y de vida que le da los ojos, la vista a nuestro pueblo.
Igualmente en estos años, además de las misiones de educación, de salud, se han creado muy importantes instrumentos en lo económico. Pudiéramos decir que hemos avanzado, y es verdad, no estaríamos mintiendo, pero pudimos haber avanzado más. Y si alguien nos preguntara, en los próximos 10 años, cuál debe ser la prioridad, la concentración de esfuerzos, luego de grandes logros en lo social que hemos obtenido, rompiendo el ciclo vicioso del neoliberalismo y entrando en un ciclo virtuoso del nuevo socialismo latinoamericano, desde el ALBA, ¿cuál es la prioridad?, nosotros diríamos: lo económico es la prioridad.
Ya hemos dado pasos, pero no han sido suficientes, la dinámica impuesta en 200 años de colonialismo, neocolonialismo económico nos lleva siempre a que cada quien busque su propio camino en lo económico. Hay dinámicas disolventes que aún se imponen, queridos compatriotas, tenemos que decirlo autocráticamente: cada quien anda por su camino cuando hablamos de la construcción de lo económico como un espacio común de prosperidad, de progreso, de desarrollo real. Lo hemos dicho muchas veces y lo hemos escuchado no sé cuántas veces de Lula, de Kirchner, de Correa, de Chávez, de Fidel, de Evo, cada quien por su lado sencillamente, si se trata del desarrollo real de nuestros pueblos, está condenado al fracaso, y es así. Solo construyendo un espacio común, un camino común, con grandes esfuerzos, rompiendo la dinámica disolvente que se nos autoimpone, e impone como tendencia natural podremos avanzar en el desarrollo económico verdadero, compartido, en una gran zona económica, de cadenas productivas, de industrialización; en una gran zona económica de comercio justo, equilibrado; en una gran zona económica de inversiones, de avances tecnológicos; una gran zona económica integradora, que nos una, quizás allí es donde nosotros pondríamos el acento principal.
Hemos creado el SUCRE, milagro, porque cuando se creó el SUCRE ya, recuerdo, por el 2009, todos los analistas decían: es imposible, es inviable. El SUCRE pudo haber hecho más seguramente; pero apenas en estos tres, cuatro años de su creación, el SUCRE ha hecho más de 5 000 operaciones, por un monto superior —ya les voy a decir la cifra exacta— El SUCRE ha registrado un total de 5 657 operaciones de pagos, del comercio intra-ALBA, por un monto superior a 2 500 millones. Nosotros hubiéramos soñado, cuando se creó el SUCRE, que ya lleváramos 15 000, 20 000 millones. Bueno, son las tareas.
El Banco del ALBA, que ha sido ya un banco establecido, es nuestro banco de desarrollo. Nosotros proponemos que le concentremos esfuerzos para que el Banco del ALBA llegue a la dimensión que tiene que tener como banco de desarrollo, de sustento de las iniciativas económicas.
Nosotros creemos de verdad, queridos compatriotas, que el camino andado por la primera Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América, y luego por la Alianza Bolivariana, alianza de los pueblos, pensando en los pueblos, ha logrado conformar un mapa integral de cooperación en todos los planos de la vida política, estatal y social de nuestros países, y debemos crear —y así lo hemos dicho en varios niveles de la integración nueva de nuestra América—, y así lo proponemos, una agenda permanente de consulta, de decisiones y de acciones. Debe surgir de aquí.
Nosotros le proponemos al Secretario General, un hombre de grandes cualidades políticas, diplomáticas, de gran capacidad de acción, Bernardo Álvarez, que active un mecanismo especial de consulta permanente de los temas que van a quedar pendientes de decisión, que van a quedar pendientes para ser accionados en los próximos meses. Una agenda permanente que nos permita consultar, elevar y colocar, como prioridad máxima —así lo creemos— este nivel de integración, de unión, que es el ALBA.
Por último, queremos agradecer la expresión de solidaridad oportuna, rápida del ALBA con Venezuela, en estos días en que pareciera que la elite imperial que gobierna Estados Unidos, enloquecer en relación con nuestro país, desesperados porque el año 2014…, bueno, todos sus planes para desestabilizar han sido anulados, derrotados, y Venezuela está, como ustedes saben, terminando el 2014 de pie. Nuestro pueblo de pie, nuestra revolución de pie, ya vislumbrando la llegada de 2015 y la llegada de los años que van a significar la consolidación de nuestra patria, de nuestra revolución, fundada por nuestro Comandante Chávez. Quiero agradecer toda la solidaridad activa de los gobiernos hermanos, presidentes, primeros ministros del ALBA que llena de fuerza a nuestro pueblo.
Mañana nuestro pueblo, 15 de diciembre, va a conmemorar los primeros 15 años de la aprobación en referéndum, por primera vez en la historia, de la Constitución, y, además, nuestro pueblo va a estar en las calles movilizado, y seguro que allí en las calles se escuchará el grito de agradecimiento a los pueblos y gobiernos del ALBA por tanta solidaridad.
Dijo Mariátegui, cuando abordó los temas de la construcción de una sociedad nueva, los temas de la construcción de lo que él llamó el socialismo indoamericano, dijo que el socialismo indoamericano no debe ser calco ni copia, sino creación heroica, así ha sido el ALBA, no ha sido calco ni copia de lo que existía, ni de lo que existió, ha sido creación heroica de nuestros pueblos.
¡Gracias, Fidel! ¡Gracias, Chávez! ¡Gracias, hermanos de América Latina y el Caribe!, aquí está Venezuela lista para seguir comprometida en las grandes tareas de la construcción de la unión de los pueblos de nuestra América.
Muchas gracias (Aplausos).
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