Sería mucho pedirle al olmo que pariera peras. Pero la OEA no es ni con mucho sombra del ALBA o de la CELAC. La sesión este lunes en Washington del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos fue muestra elocuente del desprestigio y la fractura que mina al que nuestro Raúl Roa calificó ministerio de colonias yanqui.
Los estados miembros emitieron una declaración en la que expresaron su beneplácito por el reciente anuncio mutuo de los gobiernos de Cuba y Estados Unidos sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas, rotas desde hacía más de medio siglo. Pero lo hicieron luego de 10 horas de negociaciones sin acabar de ponerse de acuerdo con incluir en el documento la propuesta de una mención pidiendo el levantamiento del bloqueo de Estados Unidos contra la Isla presentada por Bolivia desde el pasado viernes.
Según fuentes periodísticas, la entidad, luego de interrupciones, consultas de embajadores a sus gobiernos y demás trastabilleos, sometió el asunto a votación: Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Ecuador se pronunciaron por incluir el destacado texto en la declaratoria, Estados Unidos lo hizo en contra y el resto de los países decidió abstenerse, con lo cual el polémico párrafo quedó eliminado.
Así las cosas, la versión final del documento quedó como sigue: la Organización de los Estados Americanos declara su satisfacción profunda por la decisión anunciada, reitera el compromiso de las Américas con el diálogo entre estados soberanos y expresa su apoyo a la implementación de las medidas en favor de la normalización completa de las relaciones bilaterales.
La declaración fue aprobada por aclamación, pero sólo después que las delegaciones de Bolivia y Venezuela se sumaron al consenso para permitir la aprobación unánime, aunque dejando clara su postura de emitir ambas sendas notas de pie de página en las que condenaron el embargo a Cuba y la imposición de sanciones unilaterales a países del continente.
Algunos diplomáticos consideraron que el levantamiento del embargo contra Cuba depende del Congreso de Estados
Unidos, pero la representante alterna de Venezuela, Carmen Velásquez de
Visbal, llamó la atención en que "un llamado de este tipo ayudaría al Ejecutivo de
este país (EEUU) en sus contactos con el Legislativo".
La OEA suspendió a Cuba del organismo en 1962 y en 2009 anuló esa medida, pero el gobierno cubano ha declinado el ofrecimiento de regresar al seno de esa organización.
En abril de 2015 Cuba asistirá por primera vez a la Cumbre de las Américas, organizada por la OEA, gracias a la invitación que le extendiera Panamá en su condición de país anfitrión.
El pasado sábado, durante la clausura del IV Período Ordinario de Sesiones del Parlamento cubano en su Octava Legislatura, el mandatario Raúl Castro agradeció la deferencia para con Cuba del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, y confirmo su participación en esa cita: "asistiré para expresar nuestras posiciones, con sinceridad y respeto por todos los Jefes de Estado y Gobierno, sin excepción.
"La participación de Cuba es resultado del sólido y unánime consenso de la América Latina y el Caribe, que vive una nueva época y se ha unido, dentro de su diversidad, en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que Cuba se honró en presidir el pasado año.
"No olvidamos que el ALBA, con su permanente reclamo y el apoyo de todos los países de la región, logró la eliminación de aquellas viejas y oprobiosas sanciones a Cuba establecidas en 1962 por la Organización de Estados Americanos, en la República de Honduras, donde apenas un mes después derrocaron, por un golpe de Estado, al presidente de dicho país, el compañero Zelaya", recordó Raúl.
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