Colombia obtuvo así su primera victoria sobre Brasil desde 1991 en el clásico regional, y de paso tomó venganza de la derrota ante la canariña en los cuartos de final de la Copa del Mundo de 2014.
Murillo marcó la única diana del encuentro en el minuto 36, al aprovecharse de un rebote dentro del área tras un saque de falta desde la banda derecha.
En el 57', el combinado pentacampeón mundial pudo empatar tras un error garrafal del arquero colombiano David Ospina -despejó terriblemente mal el balón-, pero el delantero brasileño Roberto Firmino, a puerta vacía, falló de manera inconcebible.
Cerca del minuto 70, Colombia se replegó en su propia área y cedió el balón a Brasil, sin embargo los multicampeones del orbe fueron incapaces de lograr al menos el empate.
Para los amantes del fútbol resulta insultante ver al Brasil actual, un equipo primario, sin ideas, sin vestigios de grandeza, repleto de jugadores sin magia, salvo Neymar, el único exponente del antológico jogo bonito, aunque en este duelo perdió estribos y enseñó el lado más feo de su carácter, razón que le valió ya al término del choque roja directa por un cabezazo al goleador Murillo, epicentro de una disputa colectiva en la cual también se ganó la expulsión del colegiado chileno Enrique Osses el cafetero Carlos Bacca.
Este Brasil es una oda a la vulgaridad, expresó un comentarista de la televisora española Canal+, durante la transmisión del partido.
Frente a este panorama, el estratega brasileño Carlos Dunga deberá buscar alternativas urgentes para el decisivo choque contra Venezuela, que ya bajó a Colombia y puede llegar clasificada si supera este jueves a Perú. Colombia, en cambio, allanó el camino y ganándole a Perú en la última fecha avanzará de ronda.
La vinotinto (con un partido menos), Brasil y Colombia suman tres puntos en esta llave, mientras Perú se mantiene en cero, pero si hoy se diera una hipotética victoria de estos, entonces el grupo C ardería como capilla con un cuádrupe empate en puntuación.
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