Había tenido algunas referencias de los entretelones detrás de esa foto en la que, sin el menor recato, el mercenario Guillermo Fariñas Hernández, conocido por el alias "Coco" Fariñas, aparecía fotografiado con el terrorista internacional Luis Posada Carriles, un privilegio reservado exclusivamente a aquellos del círculo más cercano al Bin Laden de este hemisferio, epíteto entre otros ganado por ser el autor confeso del atentado con bomba al vuelo CU-455 de Cubana, un avión civil que estalló en pleno vuelo el 6 de octubre de 1976. En aquel acto bárbaro, conocido en el mundo como el atentado al avión de Barbados, murieron las 73 personas que viajaban a bordo.
Una de esas referencias de las que hablaba al principio, la principal y quedó para siempre grabada en mi memoria, fue la que explica el acercamiento del esquivo agente CIA a este otro personaje, segundón, pero pagado con los mismos dineros que aquel a quien en Venezuela, con una mezcla de rabia y dolor, reconocen y recuerdan con el sobrenombre de Comisario Basilio, golpeador de mujeres embarazadas, torturador de luchadores de izquierda. Y la razón de la foto en sí asquea, habida cuenta fue moneda de cambio, suerte de gratificación para la posteridad, hueso que se le tira a un perro como premio a la pirueta ejecutada eficazmente a la orden del amo. Los dejo con el material en vídeo y no les adelanto más.
Fuente: blog El adversario cubano
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