Bertha Cáceres, dirigente popular hondureña. |
La represión tuvo lugar en las cercanías de la base de Palmerola, en la región central de Comayagua, donde los integrantes de la agrupación condenaron la permanencia de tropas estadounidenses en el territorio y demandaron el cese de la militarización en este y en América Latina.
"Nos desplazábamos hacia la entrada principal de la más grande base militar estadounidense en la región, cuando la policía nos atacó con gases", afirmó la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Bertha Cáceres.
La dirigente de esa organización, una de las tantas que conforman el bloque popular formado a raíz del derrocamiento y expulsión del expresidente Manuel Zelaya, aseguró que varias compañeras y compañeros fueron golpeados.
Cáceres, citada por agencias de prensa, culpó a Estados Unidos por jugar un papel esencial en el golpe de Estado y consideró que la militarización impulsada por este en toda América Latina y el Caribe es parte de una estrategia de invasión, expropiación y saqueos de estos países.
Mientras ese grupo del FNRP cerró el paso por la principal carretera que comunica a Tegucigalpa con el norte de Honduras, una caravana presidida por el exmandatario marchó hacia el centro de la segunda ciudad en importancia, San Pedro Sula.
Por su parte el vocero y subcoordinador del FNRP, Juan Barahona, afirmó que en la nación centroamericana continúan reinando la impunidad y las violaciones de Derechos Humanos. En entrevista con teleSUR, el dirigente aseveró que tras la ruptura del orden constitucional en el 2009, el país sigue sufriendo las consecuencias económicas y sociales del caos.
“No ha habido justicia, sigue la impunidad y las violaciones de derechos humanos (…) siguen los crímenes”, aseveró.
Este martes, como parte del recordatorio por el segundo aniversario de la asonada, los hondureños rindieron homenaje a las víctimas del golpe de Estado. En una concentración en la ciudad de San Pedro Sula se guardó silencio de respeto al medio centenar de personas asesinadas durante los seis meses que gobernó el régimen de facto encabezado por Roberto Micheletti.
Zelaya llegó a este nuevo aniversario del golpe apoyado en la creación de un frente amplio, con el consenso de miles de representantes de los movimientos sociales populares a su favor. Este nuevo instrumento político tiene posiciones contrarias a las del conservador Partido Liberal, que lo llevó al poder en 2006, y buscará la victoria en las elecciones presidenciales, en 2013.
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