Se veía venir la avalancha. El que tiró la primera piedra no se sabe quien fue. ¡Han sido tantas! Pero después que una reciente encuesta de la propia Oficina de Intereses de EE.UU. en La Habana planteara que a Yoani Sánchez la conoce apenas el 2 % de los entrevistados por esa sede, el asunto comenzó a preocupar.
La orden entonces fue iniciar una cruzada de recomposición cosmética a la imagen de la mediática bloguera cubana, sobre todo para justificar el espacio y los pagarés por el money que se gasta el gobierno de los Estados Unidos en el apoyo con propaganda, medios técnicos, recursos humanos y premios al archipublicitado GY, un blog que aunque se autotitula voz de una generación, ni Yusnavys ni otras Yes afirman conocer a la editora de faldas largas y prominente mentón, adicta a las pelucas y también a publicar papelazos como el del pasado 4 de julio, cuando el muro, según ella, "era denso".
La paternidad del primer apologista se pierde en el tiempo. Sin embargo, puedo dar fe del último, que con tres días de antelación al "acontecimiento" ha comenzado a anunciar a bombo y fanfarria el próximo show dominical en sus páginas con una "una extensa entrevista (...), donde [Yoanis] habló de las 'lentas y superficiales' reformas económicas en Cuba, su intención de crear un medio de prensa libre y de una nueva generación de jóvenes que no sabe quién es Fidel Castro".
Vean ustedes, intenta emplear como recurso de distracción uno parecido, aunque diametralmente opuesto, al que la SINA no tuvo reparos en utilizar con ella cuando confesó en letra impresa que los cubanos concurrentes a aquellas oficinas conocen mejor al connotado terrorista Luis Posada Carriles que a la autora del blog Generación Y.
De veras, releo el adelanto del Nuevo Herald y me pregunto dónde estaban sus editores cuando el investigador y periodista francés Salim Lamrani dejó mal, pero que muy mal parada a la promocionada bloguera en el diario Rebelión con aquella reveladora entrevista donde ella alega que el asunto relacionado con su ahora competidor en materia de publicidad "Es un tema político que no interesa a la gente. Es una cortina de humo".
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