Betsy Ward, presidenta de la Federación de Arroz de EEUU (al centro) asevera que Cuba sería un socio comercial vital, un mercado donde vender 300 millones de USD cada año. |
Durante un foro organizado por la Sección de Intereses de Cuba en Washington, los empresarios aseguraron que el embargo (bloqueo) que EEUU mantiene contra Cuba desde 1962 es una política fallida que sólo ha perjudicado a los pueblos en ambos lados del estrecho de la Florida.
El foro, que incluyó una videoconferencia simultánea con funcionarios del Gobierno desde La Habana, se produce cuatro días antes de que la Asamblea General de Naciones Unidas someta a voto, por vigésimo año consecutivo, una resolución de rechazo a la política de cerco económico, comercial y financiero contra la Isla.
Cynthia Thomas, presidenta de la Alianza Texas-Cuba para el Comercio, citó como ejemplo de una mayor cooperación bilateral que las autoridades de Texas realizan pruebas de laboratorio con una vacuna "única" manufacturada en Cuba, después de recibir el visto bueno de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
Funcionarios del Gobierno estadounidense recibieron muestras de la vacuna de parte de distribuidores mexicanos en la frontera entre Texas y México y en los próximos meses se realizarán pruebas clínicas, dijo.
"Es un paso pequeño pero positivo... es algo emocionante pero me preocupa sabotear este esfuerzo", dijo Thomas, quien se negó a dar más detalles de la vacuna para no perjudicar al proyecto.
Mientras, Betsy Ward, presidenta de la Federación de Arroz de Estados Unidos, señaló que Cuba consume un millón de toneladas métricas de arroz y que una vez eliminadas las restricciones actuales, EEUU podría vender arroz a Cuba por 300 millones de dólares al año.
"Vemos a Cuba como un socio comercial vital... Cuba sería el mercado más grande para las exportaciones de arroz de EEUU en el mundo", argumentó Ward.
Lisa Simon, presidenta de la Asociación Nacional de Viajes, que representa a 700 operadores turísticos, dijo que la flexibilización de los viajes de cubano-estadounidenses a la isla, ordenada este año por el presidente Barack Obama, permitirá que tan solo en 2011 la isla reciba unos 400.000 visitantes.
Sin embargo, advirtió que "si hay un cambio en la Casa Blanca y en el Senado" tras los comicios generales de 2012, "es muy posible que cambie la política de viaje a Cuba". Eso, a su vez, hace que las compañías de viajes posterguen cualquier inversión en la isla ante la incertidumbre política que se vive en EEUU.
Respecto al voto en la ONU, el titular de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Jorge Bolaños, aseguró que "cada vez hay más estadounidenses en contra del bloqueo" y que EEUU está "aislado totalmente" por la comunidad internacional.
Sin las restricciones en vigor, más de un millón de estadounidenses podrían viajar libremente a Cuba y eso ayudaría a generar 15.000 empleos en Estados Unidos, argumentó Bolaños.
Agregó que, según la Cámara de Comercio de EEUU, el embargo ha ocasionado pérdidas por 3.500 millones de dólares anuales a este país, lo que equivale "a 125.000 millones de dólares en los últimos 50 años".
Bob Schwartz, director ejecutivo del "Disarm Education Fund", explicó que el embargo unilateral de EEUU impide el acceso de los cubanos a medicinas y suministros y equipos médicos de alta tecnología; contribuye al deterioro de la calidad del agua, e incrementa las deficiencias alimentarias, entre otros efectos.
"No nos equivoquemos: el embargo contra Cuba es un acto de guerra", subrayó Schwartz, cuyo grupo ha entregado donaciones médicas por 100 millones de dólares y ha organizado más de una veintena de delegaciones médicas a la isla.
Los defensores del embargo, entre ellos los líderes cubano-estadounidenses en el Congreso y del exilio, insisten en que no se puede premiar con divisas y exportaciones de Estados Unidos a un régimen que oprime a disidentes y viola los derechos humanos.
Sus detractores replican que el embargo, vigente desde 1962, le sirve de "excusa" al régimen castrista para justificar el fracaso de su modelo económico y las privaciones que vive la población.
Sin embargo, la realidad ha demostrado con creces que aquel sector extremista usa el primer pretexto para justificar el que durante años ha constituido negocio redondo: el de la contrarrevolución y los desembolsos para mantenerla, fondos que en su mayor cuantía quedan en bolsillos de los promoventes mientras sus alabarderos del lado de acá del estrecho de Florida, se rifan, en duelo a cuchillo, las migajas que les reservan.
De la segunda justificación tampoco tienen total certeza. Por el contrario, muestran dudas cuando se desgastan en los intentos por coartar las iniciativas cubanas en el campo económico. Lo evidencia la saña con que persiguen cada operación tendente a reafirmar la soberanía cubana en áreas tan sensibles como el turismo, la industria del petróleo y sus derivados o la niquelífera, por citar tres de las que más dividendos aportan a las arcas públicas.
En los últimos 19 años, la ONU ha votado en contra del embargo, y no se prevé que el voto del próximo martes sea distinto. Aunque no tiene un efecto vinculante, los analistas señalan que se trata de un acto "simbólico" en contra de esa política inflexible de sucesivas administraciones estadounidenses. (Información de EFE con acotaciones del editor)
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