Holanda entra en los anales de la historia como el primer equipo europeo en subir a la cúspide del béisbol internacional. / Foto: Página IBAF. |
El equipo de Holanda hizo historia este domingo, ya de madrugada, al coronarse por vez primera titular del orbe durante el cierre de la XXXIX Copa Mundial de Béisbol Panamá 2011, luego de derrotar a Cuba 2 carreras por 1, en la final disputada en el estadio Rod Carew.
Por tercera ocasión en una final mundialista le vuelve a resultar esquivo el pergamino a los cubanos, cuya ofensiva, la mejor del torneo, resultó silenciada por el efectivo trabajo monticular del experimentado pitcher derecho Rod Cordermans, a quien en siete entradas y dos tercios le ligaron apenas par de imparables y una anotación.
De preservar la estrecha ventaja se encargaron los relevistas también diestros Juan Carlos Sulbarán y David Bergman.
Cuba estrenó el marcador en el cuarto episodio por doblete de Frédrerich Cepeda, wild pitch que permitió el avance del espirituano y fly de sacrificio del cuarto palo Alfredo Despaigne.
Sin embargo, los tulipanes reaccionaron de inmediato y fabricaron un rally de dos carreras con una base por bolas y tres hits que provocaron la explosión del abridor zurdo Yulieski González.
De ahí en lo adelante el partido se mantuvo favorable a los europeos, en gran medida por las continuas fallas ofensivas de la artillería caribeña a la hora cero.
De esta manera, los holandeses, que hace solo dos días habían superado 4-1 a los cubanos, entran en los anales de la historia como el primer equipo europeo en subir a la cúspide del béisbol internacional.
Cuba, por su parte, vuelve a quedar por tercer mundial consecutivo a las puertas de las medallas de oro, tras sucumbir las dos veces anteriores en la final ante Estados Unidos y hoy ante la sorprendente Holanda.
Ahora el equipo de la Mayor de las Antillas se trasladará hacia Guadalajara, México, donde batallará por revalidar la corona.
El bronce de la justa le fue abjudicado a Canadá, decisión que adoptó la Comisión Técnica de la IBAF ante la imposibilidad de realizar el desafío de discusión del tercer lugar debido a la lluvia.
En primera instancia la organización mundial del béisbol había comunicado que canadienses y estadounidenses se repartirían dos juegos de metales bronceados, pero después de revisar sus reglamentos decidieron que el tercer lugar era de los norteños, al irse al choque directo frente a Estados Unidos (9 de octubre), en el que Canadá ganó por marcador 6-1.
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