Héctor R. Castillo Toledo
Del tema ya publiqué algunos datos hace ya alrededor de dos meses, pero ahora la infantería de marina de Estados Unidos acaba de confirmar lo que entonces clasificaba como prototipo en fase de pruebas.
La citada arma ha realizado en fecha reciente la primera prueba en público de su nuevo armamento no letal: un sistema de repulsión activa o ADS (según sus siglas en inglés de Active Denial System), un ‘cañón’ que, según sus diseñadores, dispara un haz de microondas a una distancia de hasta mil metros y provoca un calentamiento tan molesto que obliga al 'blanco' a huir asustado.
Mucho más segura que los gases lacrimógenos y las balas de goma aplicadas hoy en día por las fuerzas antimotines, este ingenio antidisturbios es el más seguro de todos fabricados hasta la fecha. “No lo ves, no lo oyes, no lo hueles. Sólo lo sientes”, dijo Tracy Tafolla, la directora de la empresa Directorado Сonjunto de Armas No Letales.
El también conocido como cañón calentador fue uno de los proyectos más avanzados del Pentágono el pasado año 2011. Se trata de un módulo instalado en una plataforma móvil que crea un calor insoportable a través de una onda electromagnética dirigida, la cual empuja a la gente a desplazarse instintivamente en busca de refugio.
Varios periodistas que asistieron al ensayo del prototipo comentaron que los rayos que emite el arma te hacen sentir como si estuvieras en un horno. Para prevenir posibles daños a la salud, el rayo se apaga de forma automática tras permanecer activo durante tres segundos.
Según los resultados, de las más de 11.000 personas que participaron en los test, dos de ellas sufrieron quemaduras de segundo grado. Fuentes bien informadas aseguran que el Pentágono aún no ha encargado la nueva arma, pero los fabricantes dan por hecho que todo está listo para su aplicación.
El presupuesto de "defensa" de EEUU -que incluye no solo el gasto militar, sino también el espionaje, la investigación de armamentos y programas nucleares bajo el Departamento de Energía- se disparó de unos 300 mil millones de dólares en el 2000 a más de 700 mil millones de dólares en el período fiscal 2012.
Sin embargo, pareciera que en los registros contables del complejo militar industrial no cuenta la crisis. Porque aunque "recortado" hasta los 662 mil millones de dólares, el de Estados Unidos sigue siendo el presupuesto militar más grande del mundo. Para tener idea exacta, baste decir que supera la suma del monto de las diez naciones que le siguen por el total de sus gastos en esta área.
Por eso no sorprende que la lista de "medios disuasivos" se haga más larga aún. Los tiempos cambian, los escenarios de las nuevas batallas también, y eso lo saben los señores de la guerra, que han visto peligrar sus cotos y perfilado en el horizonte, de modo claro, aquellos vaticinios formulados por Karl Marx en su obra cumbre.
Ya no es sólo teoría plasmada en letra sobre papel: como evidencia de la certeza de una inexorable marcha del sistema hacia la fosa de la historia, han visto arder las bardas de sus vecinos, pero empecinados como son, antes de poner las suyas en remojo prefieren gastarse hasta la última peseta en el intento por parar la oleada anticapitalista que hoy sacude al planeta.
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