Ramón Aguirre González
El gobierno de mari-Ano Rajoy va a otorgar la nacionalidad española al poeta y periodista cubano Raúl Rivero, exiliado desde hace poco más de un lustro en España, así como a su mujer y a su hija.
La noticia, cuya fuente añade se trata de una decisión adoptada en reciente reunión del consejo de ministros, está enfilada, a todas luces, a la creación de una nueva "estrella" que maquille la deteriorada imagen que han contribuido a crear con sus escándalos de todo tipo, desde políticos hasta de solar, los disidentes llegados a España tras su excarcelación en Cuba, donde cumplían condenas por colaborar con un Estado extranjero a la desestabilización del país. Según la información (y estoy casi seguro este párrafo no será del agrado de aquellos otros que han montado tinglados en parques madrileños protestando porque el gobierno les ha dado la espalda y ha suspendido todo tipo de ayudas), el procedimiento por el que Rivero, su esposa y la hija serán nacionalizados españoles es el de carta de naturaleza, un procedimiento que no está sujeto a las normas generales, ya que la decisión de conceder discrecionalmente la nacionalidad a alguien tras valorar que existen circunstancias excepcionales para hacerlo viene directamente de La Moncloa.
Los tres deberán jurar o prometer fidelidad al rey cazador de elefantes y obediencia a la Constitución.
Y por supuesto, ante la evidente prebenda, el resto de los llegados a la nación ibérica en similares circunstancias que el "agraciado" poeta tiene el derecho a preguntarse, "bueno, ¿y nosotros qué?".
Para un ingenuo podría pasar como una nota suelta. Mas se trata de una bien orquestada campaña diplomática contra la Isla desde el gobierno en el poder, el Partido Popular que ahora con mari-Anito Rajoy pretende dar continuidad a la política de hostilidad en la que se afanó su antecesor, José María Aznar.
Si alguien lo duda, aquí está la viril respuesta cubana a ofensivas declaraciones del canciller José Manuel García-Margallo, calificadas por el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Dagoberto Rodríguez, de injerencistas, irrespetuosos, e incluso, ingenuos, los recientes comentarios realizados por el canciller español en relación al condicionamiento de un eventual viaje a la Isla a la posibilidad de reunirse con los grupúsculos de la contrarrevolución.
Rodríguez manifestó que sería de interés para la opinión pública saber si García-Margallo ha recibido alguna invitación verbal u oficial para que visite Cuba, o si cree que no le hace falta invitación.
Nadie le ha invitado a venir a Cuba, apuntó el diplomático al referirse a las recientes declaraciones del canciller Margallo publicadas por el diario español ABC.
"Debería recordar que Cuba ya no es una colonia de su país, ni de ningún otro, y ocuparse más de la profunda crisis económica y social que vive España y del enorme descontento que existen en esa sociedad, donde casi el 40 por ciento de los jóvenes carece de empleo", consideró el vicetitular del MINREX.
En algo más de cien días de gestión, el gobierno de mari-Ano Rajoy, el mismo que sin sonrojos prometió ante las cámaras y micrófonos de toda España que “En cuanto haya un Gobierno del que la gente diga: me puedo fiar, comenzará la inversión y la recuperación”, lo que ha conseguido es todo lo contrario: adentrar a la nación ibérica en un estado de recesión económica, la prima de riesgo ha llegado a superar en 30 puntos a la italiana y la confianza de los consumidores ha caído 13 puntos. Para ampliar detalles del desastre económico al que ha conducido a España el PP, pinche aquí para ver PDF.
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